Opinión

Una repartija improvisada y sin futuro

Por Teresa Santillán

Abogada

Una repartija improvisada y sin futuroFoto: Presidencia de la República

Los indicios de corrupción en los que está incurriendo el círculo más cercano al Presidente, trajo como consecuencia la renuncia de Avelino Guillén al Ministerio del Interior, y con él la de Mirtha Vásquez como titular de la Presidencia del Consejo de Ministros. Confirmando con ello, algo que desde hace tiempo -desde que inició este gobierno- sucede en palacio, que no hay un rumbo, no hay norte, no tienen la mínima idea de cómo gobernar al país. Este país que no necesita un aprendiz, sino alguien con experiencia en gestión, que sepa de gobernabilidad, y responda oportunamente ante las crisis que se presenten en este país pluricultural.

Este gobierno, ¡no! me corrijo, el círculo cercano al presidente -porque parece que el Presidente hace lo que le dicen, y no lo que por sentido común debería hacer- se sabotea así mismo, con lo cual afecta el buen funcionamiento de la gestión pública y la gobernabilidad del país, y además a la población que confió en él para hacer un cambio, generando un sentimiento de rechazo que se va incrementando con cada desatino.

Luego de la renuncia de Mirtha Vásquez, se produjo la crisis total del gabinete –de acuerdo a lo señalado en el artículo 133 de la Constitución- un término no sólo legal, sino real, y que preocupa. Porque con la designación del gabinete presidido por el congresista Héctor Valer, no se evidencia una búsqueda de mejores cuadros; sino más bien una repartija improvisada, con algunas personas de pensar “conservador” y otras seriamente cuestionadas, lo que denota que el único rumbo que toma Castillo es hacia el abismo.

Mientras tanto, el Congreso que ha demostrado no ser aliado ni del presidente ni del pueblo, seguirá intentando promover la vacancia –con la gentil colaboración de Pedro Castillo- y aprovechará este quiebre para intentar sacarlo del cargo, es así que la bancada de Fuerza Popular ha anunciado que no le otorgará la confianza al nuevo gabinete.

Es por ello, que es necesario recordarle al presidente Castillo que un gobierno no es elegido para servirse, sino para servir al pueblo, debiendo evitar llenar los cargos públicos por compadrazgos, sin desfalcar al Estado, ni haciendo favores a amigos proveedores. El pueblo peruano reprocha la corrupción, y no seremos tolerantes a tan descarada situación. Recuerde señor presidente que así como usted generó la salida de una Ministra de Educación con una movilización, la población organizada puede hacerlo retroceder ante decisiones inadecuadas, ya lo hicimos antes, podemos hacerlo ahora.