Opinión

Una nueva victoria de la justicia patriarcal

Por Karina Bueno

Responsable de la Unidad de Género de Aprodeh Apurímac.

Una nueva victoria de la justicia patriarcalFoto: Rpp

El proceso judicial por violencia contra la mujer donde el imputado fue Marcial Maucalle Rincón (actual candidato de Alianza por el Progreso a la alcaldía distrital de San Jerónimo) y la agraviada Esther Gómez, tras la denuncia por agresión física y psicológica ocurrida en Andahuaylas (Apurímac) el 18 de mayo de 2020, ha terminado el día 19 de julio del 2022 con la absolución de Maucalle.

Este hecho es de lamentar, pese a que el denunciado reconoció haberla seguido contra su voluntad haciendo caso omiso al consentimiento de la víctima, a la existencia de una pericia psicológica que indica la directa vinculación entre los hechos de violencia y los daños psicoemocionales que la víctima presentaba al momento de su evaluación según la perito del Ministerio Público. Por otro lado, también existían comprobantes de pago por hospitalización y atención en salud mental que Esther recibió después de la denuncia. La jueza Verónica Huaycho Ancco ha determinado su fallo indicando que existe duda suficiente sobre la autoría en el resultado de lesiones y afectación psicológica por parte de Marcial Maucalle.

Como Aprodeh Apurímac, consideramos que, en este caso, al no aplicarse el enfoque de género que permitiría entender las relaciones de control violento ejercido sobre las mujeres producto de estereotipos como “yo como hombre tenía la obligación de llevarla”; las razones de por qué las víctimas demoran en denunciar o reconocerse como tales, tomar cuenta las estructuras sistémicas de la violencia de género y sus impactos en la vida de las mujeres y niñas, el sistema de justicia ha sido revictimizante de la siguiente manera:

  1. Al no valorar el consentimiento de la víctima que rechazó el acompañamiento del imputado teniendo un desenlace violento por ejercicio de poder.

  2. Al no ser tomado en cuenta el factor PODER en los agresores que encarnan roles machistas, el que se entreteje y acumula con otros sistemas de poder. En este caso el imputado es abogado, en el momento de los hechos era funcionario público de defensa de víctimas, conoce como funciona el sistema de impartición de justicia y cuenta con relaciones de respaldo en este mundo. Es un político conocido con aspiraciones de llegar al gobierno local, tenía que hacer todo lo humanamente posible para limpiar su imagen.

  3. Al dudar de su verdad porque en un principio ella no quería denunciar, lo que suele pasar con muchas víctimas de violencia de género que han atravesado por episodios de vergüenza, miedo, apego y baja autoestima.

  4. Al haber valorado como elementos de duda, hechos de violencia de su niñez y otros antecedentes que, si bien son importantes para analizar los patrones de violencia y sus consecuencias en las niñas y mujeres, las han usado en contra de la agraviada, dañándola doblemente y dejándola sin justicia.

La absolución de Maucalle es una muestra vergonzosa de un sistema de justica patriarcal, indolente e injusto, que muchas veces es determinado por actoras mujeres, con graves falencias para aplicar las normas de lucha contra la violencia con enfoque de género. Significa un duro golpe a la dignidad de Esther, pero también a la esperanza de muchas mujeres que buscan justicia o que aún no se atreven a denunciar, pues el mensaje es de impunidad.