Opinión

Una democracia imperfecta

Por Pablo Najarro Carnero

Teólogo y docente

Una democracia imperfectaFlickr Congreso de la República

La elección de Merino, ayer presidente del congreso, hoy presidente constitucional forzado, nos muestra lo imperfecto que es nuestro sistema democrático.

Primero que, el nombre del futuro presidente sale con el visto bueno de la poderosa CONFIEP. Merino y todo el congreso, al menos 105 parecen tener un compromiso con ellos.

Bajo lo dicho, Pablo Kuczynski también fue elegido con la venia del gremio con sede en San Isidro, pero Vizcarra entro a última hora como candidato a vicepresidente porque necesitaban “un provinciano en la plancha porque hay demasiados blancos”. Él no fue elegido por la CONFIEP, por lo tanto no tenía deuda con ellos. Por eso no tuvo dudas ni murmuraciones al cerrar el congreso obstruccionista manejado por el APRA y el fujimorismo. Ante eso, en esta democracia imperfecta, 68 investigados por delitos de corrupción lograron entrar al congreso, con el voto de muchos incautos para evitar la persecución de la ley y lo lograron. Así es la ley.

Y para los que no conocen cómo se puede contratar con el estado, hay dos maneras. La mala: coimeando a través del “club del construcción” o los socios del gremio empresarial. Les recuerdo que estos últimos han reconocido por su propia boca que han financiado a los candidatos que podían ser elegidosr, obvio, poniendo algunas condiciones: que sus miembros sean beneficiados con contratos.

La buena y es la que ha mencionado Vizcarra, que de ser verdad no me deja dudas que no ha coimeado, es a través de la UNOPS. Esta institución se encarga de evaluar a las empresas que van a ejecutar proyectos y si las ven fiables y correctas dan su aval. Allí, hasta donde entendemos, es un organismo de las Naciones Unidas, donde no hay manera de interferir para lograr que se beneficie a los amigos. Si Vizcarra, mientras era gobernador en Moquegua lo hizo así, está limpio. Por lo visto Panorama habría mentido sobre ese punto. Es verdad que al final el contrato lo hace el Gobierno regional – en Moquegua, léase Vizcarra – previo visto bueno de UNOPS.

Hay un dicho vergonzoso del Congreso “otorongo no come otorongo”. Entre ellos hay 68 investigados por corrupción. El pez mayor es el ex contralor de la República Edgar Alarcón. Al susodicho se le destituyó de la entidad que controla el dinero del estado, por malos manejos en beneficio propio. Pero los corruptos son hábiles. Logró ser congresista y bajo ese paraguas está logrando inmunidad.

Hay una comisión del congreso que debe levantarles esa impunidad – léase inmunidad – pero siguiendo el aforismo, hasta ahora no se permite a la ley juzgarlo. El pedido duerme encarpetado en alguna ruma de papeles. Pero si se trata de juzgar a otros, como al presidente, el trámite corre rápido. ¿Les suena conocido? Y ustedes saben que nada corre rápido si no hay previa aceitada, léase, un billete de por medio. ¿No habrá corrido un sencillo?

Para terminar recurrieron al viejo método fujimorista, claro que ahora no hablan de “interpretación auténtica”. La ley puede decir una cosa, pero para ellos, que no saben de leyes la entienden a su manera. Así. Vizcarra que no tiene delito comprobado, tiene “incapacidad moral permanente” y zas, vacancia consumada.

Ha dicho Merino que habrá elecciones para el 2021, pero ya han deslizado la idea de una “asamblea constituyente”. ¿Querrán ser ellos los que asuman esa función después del 2021 y así continuar? Tienen la sartén por el mango, pueden dar una ley diciendo que sí. ¿Y? ya fuimos. Habrá que ver quiénes y de qué partido son los ministros. Ahí veremos cómo se arregló todo para que la CONFIEP vuelva al poder.