Entrevista

Rodrigo Gil: “El gran ganador de esta elección es la extrema derecha radical”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Rodrigo Gil: “El gran ganador de esta elección es la extrema derecha radical”Foto: Omar Rosel | Noticias SER

La narrativa del fraude electoral y las estrategias del fujimorismo y sus aliados de traerse abajo las elecciones de segunda vuelta van agotándose; pero deja dañada la institucionalidad democrática y un escenario crispado y de confrontación que podría complicar al nuevo gobierno. Para analizar este complejo contexto que atraviesa el país, Noticias SER conversó con Rodrigo Gil Piedra, politólogo e Investigador del Instituto de Estudios Peruanos.

¿Cómo calificas el contexto político que vive el país?

Los resultados electorales han graficado tendencias que se veían desde antes del 6 de junio, sabíamos que iba a ser una elección reñida hasta el final, donde Pedro Castillo tenía una ventaja que se iba a reducir con el tiempo y que daría resultados ajustados, que han terminado por decantar en la aún no proclamación oficial de Castillo. Ahora, estas elecciones han dejado una sociedad desgarrada y un ambiente político crispado, y me parece que las huellas de esa confrontación polarizada, que todavía no termina de cerrarse por las apelaciones y discursos sobre el fraude, van a generar consecuencias negativas tras la proclamación y juramentación del nuevo gobierno. Me parece que eso es lo peligroso para la democracia, porque mina, de alguna manera, la legitimidad de nuevo gobernante y hace que ante cualquier evento que pueda suceder en el próximo gobierno, estos ánimos caldeados vuelvan a reactivarse y generen problemas entre los distintos grupos sociales y políticos.

¿Por qué la derecha arremete con tanta facilidad contra la institucionalidad electoral aduciendo fraude sin pruebas o qué otras narrativas hay detrás de toda esta intención?

En este momento lo que están lanzando son manotazos de ahogado. Tras la victoria, qué es bastante evidente, de Pedro Castillo, lo que le resta a este sector es tratar de desvirtuar el proceso y han encontrado en el discurso del fraude, que es una opción cada vez más lejana e irrealizable, algo que les permite mantener conectado a un sector de la población que voto por ellos y que los pueda apoyar en determinadas movilizaciones para hacer notar su fuerza política. Y vinculado a ello está la apelación a los discursos del anticomunismo y antiterrorismo que Fuerza Popular ha levantado durante toda la campaña. Pero detrás de estos discursos hay un fuerte e Inevitable sentimiento discriminatorio y racista de quienes apoyan y se suman a los discursos que mencionaba, porque no pueden soportar como presidente a alguien que no hable castellano como ellos, que no vista como ellos o que use sombrero en sus apariciones públicas, pero eso no lo pueden expresar abiertamente.

¿En qué medida las fake news han abonado a este escenario de confrontación?

Ha habido ciertas bases para impulsar estos discursos de miedo porque uno puede ver el ideario de Perú Libre que es un partido marxista Y alguno de sus voceros han tenido algunas declaraciones que pueden generar ciertos miedos, aunque luego se han ido moderando. Pero, una buena parte del electorado del fujimorismo está en una posición en dónde, pese a las pruebas que se le puedan demostrar lo contrario de qué Castillo no es un comunista, pese a que el mismo lo ha declarado que no se van a nacionalizar, expropiar empresas y que se va a mantener la economía más o menos estable, ya han generado una cámaras de eco que les impiden estar dispuestos a recibir otro tipo de información que contradiga sus creencias. Estos miedos son como un edificio muy difícil de demoler.

¿Cuál es tu lectura sobre lo que se vio este último fin de semana, donde Keiko Fujimori y López Aliaga hicieron mítines separados?

Efectivamente se empiezan a desmarcar dos de las opciones de derecha que hay en el país, una representada por el fujimorismo que de alguna manera ha buscado, en estos últimos años, defender el modelo económico y respetar, en algunos momentos, las instituciones y mantener cierto discurso más o menos democrático. Pero, el gran ganador de esta elección es la extrema derecha radical que está representada por López Aliaga, porque él no sólo está impulsando el discurso de conspiración, de miedo y de temores para dañar la imagen del adversario político, que, en un escenario como la pandemia, ya están a flor de piel y generan un impacto rápido. El discurso de López Aliaga se emparenta muy bien con los votantes de Fuerza Popular de segunda vuelta, que temen un gobierno de alguien como Castillo, pero también celebran esta narrativa fundamentalista religiosa en el sentido de que están de acuerdo con esto del arrepentimiento, de la culpa y de estos actos de contrición que deberían realizar los votantes de Castillo, cuando se den cuenta que va a ser un mal gobierno, que va a destruir los puestos de trabajo o el empleo. Y eso es lo contrario a lo que necesitamos que son consensos y metas de largo plazo para salir de la crisis en la que estamos.

¿Cómo calificarías el papel de Pedro Castillo en estos días, posterior a la segunda vuelta electoral? ¿Ayudan a calmar este escenario de polarización?

A mí me parece saludable. Pensé que Castillo iba a mantener una posición más dura, cercana a sus bases electorales, sobre todo a las de fuera de Lima. Pero, al mismo tiempo celebró que tenga la apertura de empezar a construir puentes y reunirse con autoridades municipales y funcionarios del Estado porque empieza a desactivar algunos de los temores que todavía pueden estar presentes en los electores que no votaron por él. Es saludable que no se busque en poner el peso de los votos rurales por sobre la estabilidad macroeconómica, para también que busque generar consensos con quienes no votaron por él, de eso dependerá la estabilidad del país en los próximos años, porque uno puede apelar a la fuerza del votante duro, pero eso tendría consecuencias y generaría más conflictividad social.

Castillo va a ser proclamado todavía un escenario crispado ¿en qué medida es real las posibilidades de construir puentes de diálogo entre las diversas fuerzas políticas que han estado confrontados?

Yo he escuchado a diversos analistas de que el escenario que se va a generar tras la proclamación de nuevo presidente y del nuevo congreso. Se dice que cuando salgamos de la dinámica electoral e ingresemos a la dinámica de gobierno se generará inevitablemente más polarización y mayores conflictos entre el Congreso y el gobierno, por lo tanto, se empiezan a abrir posibles de escenarios de vacancias o disolución. Claro, si uno revisa la historia reciente podría pensar así, sin embargo, hay una diferencia con lo que ocurrió en el gobierno del 2016, cuando PPK gana. Ahora, la fuerza opositora en el Congreso no es una súper mayoría como el fujimorismo en el 2016 y si bien Pedro Castillo no tiene los votos en el Congreso para hacer mayoría, también es posible que las fuerzas de derecha no votarán necesariamente en bloque en todo, entonces, esta fragmentación de la representación en el parlamento, podría generar que se puedan tejer ciertos puentes para que esos escenarios trazados no nos lleven directamente a una crisis política como la que hemos vivido en los últimos años. Además, pensando en el incentivo de los congresistas, no sé si en su cálculo de corto plazo sea entrar en escenarios de disolución del parlamento o de una vacancia presidencial, como si pasó con el actual Congreso, que en un año podía hacer básicamente lo que quería, porque tenía poco tiempo. El nuevo congreso tiene 5 años para hacer su trabajo y no los veo entrando rápidamente a generar una crisis política. Además, porque Castillo no es Kuczynski y Castillo tiene bases y respaldo popular fuera de Lima, que le da una legitimidad distinta, pero no se trata de decir que Castillo haga lo que quiera.