Entrevista

Paula Muñoz: “No sabemos y no queda claro sí Castillo está gobernando”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Paula  Muñoz: “No sabemos y no queda claro sí Castillo está gobernando”

La designación de Aníbal Torres en la Presidencia del Consejo de Ministros y la composición del gabinete recientemente juramentado, no da signos de cambio de rumbo del gobierno liderado por Pedro Castillo, quien con sus desacertadas decisiones y poca disposición para asumir la responsabilidad política de sus acciones, ha generado un estado de crisis permanente que perjudican la estabilidad de sus gobierno. Para analizar este tema, Noticias SER conversó con Paula Muñoz, Politóloga y docente investigadora de la Universidad del Pacífico.

¿Cuál es tu opinión sobre el nuevo gabinete liderado por Aníbal Torres?

Es lamentable, porque no es un gabinete participativo ni de ancha base como había prometido Castillo, sino es uno de cuoteo político gremial y de repartija que le está pasando una gran factura a la gestión pública y al aparato estatal. La gestión está paralizada hace rato en diversos sectores, por los excesivos cambios de ministros y de nombramientos de funcionarios que no están capacitados para los cargos. El nuevo gabinete es una muestra del desprecio grave hacia la ciudadanía, porque no ha cambiado mucho en relación al anterior liderado por Valer. Además, Castillo no ha aceptado un mínimo de autocrítica por la crisis que el mismo género, ni tampoco por las irregularidades y denuncias que existen en relación a su gobierno. Este es un gabinete que está pensando más en darle seguridad a Castillo, buscando bloquear la vacancia, y no en enmendar errores.

¿Cómo interpretar la apuesta de Castillo por Aníbal Torres a pesar de los antecedentes que tiene en su ejercicio como Ministerio de Justicia?

No soy la primera en decirlo, pero lo que refleja es que Castillo entiende el poder desde una lógica altamente patrimonialista y no está considerando la idoneidad que se requiere para asumir un cargo público, que es un principio de buen gobierno. A Castillo no le parece problemático esto, como tampoco al ministro Torres, quien cuando lo entrevistaron sobre los cambios y la salida de Viceministro de Justicia, tampoco asumió responsabilidad por sus decisiones. El nombramiento de Torres refleja una falta de interés en cambiar el rumbo del gobierno y su falta de convocatoria. Es un gobierno que ha perdido todo tipo de legitimidad a partir de los errores y los nombramientos previos de personas con muchos cuestionamientos. Un rumbo claro hubiese implicado nombrar un Premier que lidere un gabinete más transparente, que ponga por delante la capacidad técnica y política, con un solo rumbo, como al parecer planteó el ex Ministro de Salud.

¿Cómo se puede explicar que el presidenteCastillo no apueste por algo diferente e insista en lo mismo?

Castillo no está dispuesto a ceder poder ni a reconocer los errores políticos que ha cometido, sino que ha preferido seguir sus propios intereses, su supervivencia política a toda costa, incluso por sobre la salud de todas y todos los peruanos. Y ha buscado transar con intereses particulares informales e ilegales que también están representados en el Congreso y, que de alguna manera responden a este cuoteo que vemos en el gabinete. Ahí vemos las coincidencias.

¿A dónde conduce este gabinete? ¿Coincides con aquellos que sostienen que este podría llevar a la caída del gobierno?

Prefiero no especular, porque uno ve que está logrando, de alguna manera, los votos suficientes para bloquear la vacancia, siempre y cuando no aparezca una nueva denuncia, un nuevo escándalo mediático de los ministros, como fue la denuncia de agresión del Premier saliente. Entonces, siempre puede aparecer alguna nueva “joyita” que cambié la correlación de fuerzas. Pero, tampoco está claro que el nuevo gabinete vaya necesariamente a recibir el voto de confianza. En resumen, definitivamente este gabinete no soluciona la crisis que el mismo gobierno ha generado y posiblemente continúe la inestabilidad y la incertidumbre, pero podría ser que se acelere el fin de este gobierno; esto ultimo no lo sabemos, aunque es algo que se está tejiendo pero depende mucho de posibles destapes, pronunciamientos, movilizaciones o protestas.

¿Cuál es tu lectura sobre la permanencia del ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Francisco Silva en todos los gabinetes?

Es algo que ya no sorprende, es el síntoma más evidente de la lógica del patrimonialismo y el pacto con las redes informales. Su poder es claro en este gobierno, desde un inicio y, ahí vemos la coincidencia entre el gobierno y el Congreso, porque nadie va a pelearse con él, debido a que es un aliado que tiene mucho poder y alianzas políticas con los colectiveros y el transporte informal. Es alguien a quien no se toca. Por otro lado, lo más sintomático de esta repartija, es que Castillo termina botando a Hernando Cevallos, su ministro más exitoso, el único que no tenía cuestionamientos y que había avanzado con el proceso de vacunación, más o menos bien y, pone en su reemplazo a un “mercachifle” que vende productos fraudulentos, que promueve la ivermectina y que tiene investigaciones de corrupción en curso. Y todo por el pacto con Vladimir Cerrón y el cuoteo político, lo que muestra un alto desprecio por la ciudadanía y sobre todo por el personal médico y de salud que tanto se ha sacrificado en la pandemia.

¿Qué refleja la existencia de un “gabinete en la sombra”?

Es parte del problema y es un problema de liderazgo. Esta era una de las hipótesis que se manejaba cuando fue elegido Castillo y no se le conocía, cuando mucha gente decía que iría por el camino del comunismo y que sería un nuevo Chávez. Esas eran las alternativas que varios sopesamos, en ese momento, porque parecía tener un liderazgo poco hábil y que le iba a quedar un poco grande el cargo. Pero, lo que vemos hoy, es incluso peor y es que no tiene ningún norte y pareciera que no toma decisiones y se las deja a un círculo que además va cambiando. Por ello, Castillo no asume la responsabilidad política por las decisiones que delega y finalmente no sabemos y no queda claro sí Castillo está gobernando.

¿Aníbal Torres tendrá la capacidad para entablar diálogos con las otras fuerzas políticas de cara al voto de confianza?

No, porque es alguien que más bien ha sido bastante confrontacional y polémico. Pero lo que sí representa, es que es alguien muy cercano al presidente Castillo y pareciera que tiene su confianza. Todo va a depender más de la capacidad de negociación política que tenga el círculo mayor con los grupos a quienes se ha entregado ministerios.

¿Será suficiente esta composición del gabinete como para poder lograr la confianza del Congreso?

Eso es algo que el gobierno tiene que trabajarlo políticamente y no sabemos aún cómo se moverá la correlación de fuerza en el Congreso, porque están saliendo denuncias sobre algunos ministros. Y, de pronto si tenemos un destape sobre alguno de los nuevos ministros, como pasó con Valer, la negociación se puede mover bastante.