Entrevista

Paolo Sosa: “Tenemos un Ejecutivo errático, sin un plan ni capacidad de reacción”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Paolo Sosa: “Tenemos un Ejecutivo errático, sin un plan ni capacidad de reacción”Foto: Hugo Pérez para El Comercio

El gobierno de Pedro Castillo vive su peor momento, porque no ha logrado demostrar capacidad para resolver la inestabilidad que se ha generado en el país por las protestas de transportistas y agricultores. A ello se sumó la publicación del decreto de inamovilidad ciudadana en Lima y Callao que al final terminó provocando una movilización a favor de la renuncia del presidente. Al interior del país aún no han cesado las movilizaciones y el gobierno de Castillo no da cara para proponer una solución concreta. Para conversar sobre este tema, Noticias SER entrevistó a Paolo Sosa, Politólogo e Investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP)

¿Cómo calificaría el actuar del gobierno en esta última semana, en medio de las protestas y bloqueos de carreteras en varias regiones del país?

Su comportamiento es bastante elocuente con lo que ya hemos visto hasta ahora con respecto a la manera cómo el gobierno enfrenta las crisis, que tiene un comportamiento bastante errático, dejando decisiones importantes y difíciles hasta el final y, una vez que se siente acorralado, toma una serie de decisiones, pero cada una es peor que la anterior.

¿Cómo interpreta el discurso del presidente Castillo que la semana pasada decía que había sectores que buscan financiar paros y caos?

Por un lado, hay algo de verdad en las declaraciones y hay información que va saliendo al respecto, porque hay algunos sectores que están organizados y que van más allá de las protestas puntuales de los gremios y de las organizaciones sociales; pero no debería ser parte del discurso del Presidente hacer referencia a este tipo de cosas, porque lo único que genera es indignación y ninguneo de parte de quienes, legítimamente, están protestando porque el gobierno no está tomando decisiones correctas para afrontar la crisis económica.

A pesar de que hubo una comisión de ministros que se reunió con los sectores que protestaron en Huancayo, días después las movilizaciones y el caos continuaron en otras regiones ¿Qué está sucediendo con la gestión de los conflictos desde el gobierno?

Más allá de lo simbólico que sigue siendo importantísimo, creo que hay también un problema con la Presidencia del Consejo de Ministros, porque Aníbal Torres no es el liderazgo más idóneo para este tipo de situaciones, pues no sólo tiene frases desafortunadas que incitan la indignación colectiva, como aquella de que si no hay pollo hay que comer pescado, que lo único que hacen es fomentar mayor indignación en la gente. Además hay un problema burocrático y técnico, relacionado con el desmantelamiento de algunas de las instancias del Estado que abordaban la resolución de los conflictos sociales. Temo que estos espacios están siendo copados por personas que no necesariamente tienen las credenciales necesarias, lo que involucra a otros sectores del Estado en los cuales hemos visto nombramientos bastante polémicos. Estos cambios tienen un costo, porque se pierde cierto conocimiento sobre con quiénes hay que sentarse a conversar, con quienes hay que tomar acuerdos.

Declarar la inamovilidad ciudadana en Lima y Callao, que recibió críticas y que además no se respetó ¿En qué medida le va quitando credibilidad y legitimidad al gobierno de Castillo

Yo creo que ha sido un golpe muy fuerte para el gobierno, en primer lugar, porque confirma este patrón de un gobierno acorralado, que al final del día toma las decisiones más extremas, por dejar que los problemas crezcan. Y en segundo lugar, es una decisión que se toma sobre Lima. Hay que ser claro de que el tema de los estados de emergencia, con o sin toque de queda, han estado presentes en los últimos 10 años como parte de la forma cómo se han resuelto los conflictos sociales, de una manera bastante autoritaria. Entonces, en ese sentido no hay una novedad al momento de tomar esa decisión, pero es contraproducente en una arena tan complicada como Lima, porque es una de las ciudades donde el gobierno ha tenido menos apoyo electoral y a nivel de opinión pública. Esta decisión arbitraria termina dándole combustible a la oposición para que se movilice en la primera marcha masiva en contra del gobierno de Castillo. En tercer lugar, la autoridad del gobierno queda bastante cuestionada, porque toma una decisión que es incapaz de implementar, porque al día siguiente tenía mucha gente saliendo a las calles por distintos motivos y porque se enteraron muy tarde o porque estaban abiertamente desafiando la medida. Pero más allá de eso, queda como un gobierno sin autoridad sin la capacidad de ejercer hasta cierto punto el poder dentro del marco democrático.

¿Se puede hablar de ganadores y perdedores tras la reunión que se realizó el martes por la tarde entre el Ejecutivo y el Legislativo?

Yo creo que ninguno gana. Lo que hemos tenido ha sido una especie de careo entre dos poderes, que demuestra que ninguno de los dos está a la altura de la crisis. Es claro que tenemos un Ejecutivo errático, sin un plan ni capacidad de reacción; pero tampoco tenemos una oposición capaz de juntarse en el Congreso para plantear propuestas o una agenda alternativa. Más bien, lo que tenemos es que la presidenta del Congreso tuitea inmediatamente indicando que han logrado como máxima victoria hacer que el gobierno retroceda en una medida que claramente no había tenido ningún tipo de efecto concreto en la ciudad de Lima.

En medio de esta crisis se han publicado unas normas para el otorgamiento de licencias temporales al transporte de pasajeros en automóvil colectivo y se está pensando reformar la SUTRAN ¿Se puede afirmar que el sector informal sale ganando en medio de la crisis?

Totalmente de acuerdo y creo que los ganadores de este gran desmadre son estos sectores, que ya sea a través del Congreso, con los parlamentarios que claramente representan dichos intereses o a través de sus pactos con el gobierno están avanzando de manera infame. Están haciendo retroceder varias reformas que se habían ganado en gobiernos anteriores y que eran positivas para la ciudadanía. El problema, es que dentro de la protesta ciudadana, lamentablemente quiénes están ganando son estos sectores relativamente organizados que no son sólo informales sino Incluso en algunos casos tienen vínculos con sectores ilegales y es allí donde tendríamos que poner mucha más atención. Una lección de estos primeros meses de acción del Ejecutivo y el Legislativo es que más allá de las peleas entre Castillo, los cerronistas y el fujimorismo, en lo único que se ponen de acuerdo es aprobar una legislación que favorece a los intereses de los sectores informales.

¿El gobierno de Castillo podrá superar este conflicto, porque las protestas continúan en regiones y se anuncian nuevas movilizaciones?

No creo que esté en manos del gobierno resolver la conflictividad, porque no está mostrando indicios de aprendizaje. Lamentablemente, en los próximos meses, vamos a ver una acumulación mayor de conflictos porque aunque se lleguen a algunas treguas no hay que perder de vista que a nivel regional, es muy probable, que estallen más conflictos porque el gobierno, por incompetencia o por los cambios continuos en el Ejecutivo, ha retrasado proyectos de construcción de infraestructura pública que generan ingresos y movimiento económico. El desborde de una ciudadanía que tenía expectativas muy grandes frente a este gobierno, es lo que probablemente va a terminar costándole la presidencia a Castillo, porque la incapacidad del gobierno de reaccionar a las expectativas genera mayor insatisfacción y hay actores políticos que están a la espera de capitalizar ese descontento.