Opinión

Necesitamos nuevas formas de hacer política, periodismo y ejercicio ciudadano

Por Francisco Roña Córdova

Maestro piurano.

Necesitamos nuevas  formas de hacer política, periodismo y ejercicio ciudadanoONPE

El día domingo 6 de junio los ciudadanos y las ciudadanas asistimos a cumplir nuestro deber cívico, la mayoría lo hicimos por una opción que no necesariamente representa nuestros principios, alternativas, ni la visión de país que queremos. Sin embargo, en el marco del fortalecimiento de la democracia a la cual jamás voy a claudicar y del ejercicio ciudadano, votamos por una de las candidaturas que la voluntad popular en las elecciones de la primera vuelta puso en carrera. Si bien es cierto que hay algunas irregularidades muy focalizadas, sin embargo, considero que ello no debe debilitar el sistema electoral, por tanto, es irresponsable pretender llamarlo sistémico. Ojo que estos hechos ocurren a favor de ambas candidaturas, solo que en esta oportunidad una de ellas lo ha hecho visible; por otro lado, el hecho de que casi la mitad del país haya votado en contra, no da derecho a que nos etiqueten o que traten de generar odio a la serranía o dividir el país en Sur y Norte. Tengamos confianza y dejemos a los organismos electorales que hagan su trabajo y que sus autoridades sean firmes en cuidar la voluntad popular.

En el proceso electoral se comprobó que no construimos y planteamos argumentos para defender nuestras posturas y propuestas, por el contrario, hemos vivido una serie de insultos, discriminación étnico racial e insinuaciones de hegemonía de nivel sociocultural y educativo, sin comprender que todos y todas tenemos los mismos derechos y merecemos las mismas oportunidades. No olvidemos que todos y todas tenemos derecho a elegir y ser elegidos, asimismo, en cualquiera de las situaciones que nos desenvolvemos siempre hay algo que ignoramos por tanto, no es digno que un “ignorante” llame a otra persona “ignorante”. Respecto a la campaña de las fuerzas políticas en disputa, escuchamos por un lado, la lucha contra la corrupción y el modelo económico y por el otro, la generación del temor en las personas con el comunismo y terrorismo. Lo que en el fondo ocurre es un reclamo a quienes administran el Estado respecto a la atención de las necesidades de la población. Recordemos que “mandatario” significa estar al servicio del pueblo que es el mandante; el ejercicio del gobierno es para todos los peruanos y las peruanas, sin embargo, muchas veces se confunde y se cree que el pueblo debe estar sumiso a un grupo de poder, eso no es así, por ello es importante la participación organizada en el diseño e implementación de políticas con enfoque territorial y gestión descentralizada.

Quién gane tiene que entender que necesitamos mayor protagonismo de los actores regionales, que también hay ciudadanos capaces de tomar decisiones concertadas en la atención de sus problemas, que los gobiernos regionales y locales y las instancias deben contar con mayor flexibilidad para atender las demandas y necesidades de sus conciudadanos, asegurando una vigilancia efectiva y un uso adecuado y transparente de los recursos. Solo pedir que en la elección de los voceros y de los equipos técnicos no sean los rostros de aquellos que desde siempre bastante daño nos han hecho y que nos polarizan más. Y pedir que aquellas personas que sean designadas para ocupar cargos de confianza a nivel de ministerios y de alta dirección, pedirles que dejen de lado la “patería”. Combinemos experiencia con juventud, academia con conocimiento de la realidad, sensibilidad social con pluralismo, y pensemos políticas de estado. Es urgente formar cuadros políticos, dándoles tribuna en los todos los espacios, con un valor agregado que conozcan el Perú en todas sus latitudes y longitudes y las características de las dinámicas de vida de sus pobladores, o mínimo que hayan recorrido su región y hayan escuchado a la población en sus actividades cotidianas, con ese conocimiento podrán plantear mejor las alternativas políticas.

Por otro lado, es momento de analizar el rol que cumplen los tres poderes del Estado, los cuales manteniendo la independencia deben tender puentes para luchar contra la corrupción, usar de manera óptima y objetiva los recursos pensando en mejorar la calidad de vida de las personas, pongamos las bases para una eficiente administración de justicia. En cuanto a normatividad hemos producido más de 30 000 leyes, me pregunto ¿cuánto ayudan estas normas en el ejercicio de derechos o cuanto se respetan o se ejercen?, ¿nos hemos preguntado por qué ocurre ello? y ¿por qué un acta de asamblea comunal o la palabra de un líder comunitario sí se respeta; no será bueno revisar si las comisiones que tenemos son las que necesitamos y de ser así priorizar aquellos aspectos sobre los cuales es urgente legislar. Existen muchas situaciones que requieren sentido común y no la dación de la norma, y además muchas veces perdemos el sentido de lo que es realmente urgente. Aprovecho para solicitar a los congresistas recientemente acreditados que se fajen por el Perú y no dejen pasar esta brillante oportunidad.

Me pregunto ¿qué cambios se podrían hacer?, ¿no sería bueno que los congresistas y ministros ocupen los cargos recibiendo su mismo sueldo en el caso de los dependientes y en el caso de los independientes una declaración jurada de cuánto gana mensualmente y sobre ello el que Estado les provea de las condiciones para el ejercicio de su función?, creo que ello ayudará a captar las personas con mayor voluntad de servicio, y romper con los intereses particulares. Hay muchos ejemplos de alcaldes en otros tiempos que fueron electos por ser la mejor personalidad, la más respetada y sin ganar un solo centavo pudo gestionar. Puede parecer una locura , sin embargo, ayuda a encontrar maneras distintas de hacer las cosas.

Asimismo, en este proceso también se ha podido notar claramente como la mayoría de los medios se ha inclinado ante una determinada candidatura, evidencias sobran, pero también hay algunos periodistas que al sentirse conminados han tomado la decisión de renunciar. La libertad de expresión y la libre opinión, es un derecho constitucional, sin embargo, la información que transmiten los medios no puede ser parcializada. Se requiere promocionar cuadros nuevos sobre la base de la objetividad, que los procesos de formación enfaticen en el principio de la ética, que no confunda publicidad con información; también necesitamos educarnos en el uso de las redes sociales, debemos ser conscientes de que nos hemos vuelto públicos y somos referentes de nuestra familia, de nuestros compañeros de trabajo, de nuestras amistades, tengamos cuidado en ello, aprovechemos para crecer juntos.

El contexto también demanda ciudadanos y ciudadanos informados con propuesta, vigilantes del bien común y de los servicios públicos; hay normas que nos dan la posibilidad de pedir rendiciones de cuentas, si nos callamos ante indicios de corrupción también estaremos siendo parte de ella. Enseñemos a nuestros hijos e hijas a reclamar pero también a proponer, trabajemos desde la familia, busquemos todos los insumos para poder tener los argumentos y opinar frente a cualquier situación, a estudiar los gestos y los detrás de cámaras y en ese marco recobrar la confianza para una convivencia armónica, empecemos a tender puentes para entendernos, escuchémonos en vez de oírnos, consultemos si no conocemos, actuemos cuando estemos seguros, después de todo no olvidemos que la vida es prestada, por tanto, busquemos las formas de encontrarnos.