Opinión

Lecciones del plebiscito chileno para nuestras izquierdas

Por Pablo Najarro Carnero

Teólogo y docente

Lecciones del plebiscito chileno para nuestras izquierdasFoto: Meganoticias.cl

Pensando en el caminar político de Chile que, de alguna manera inspira, como otros países sudamericanos, el caminar político del nuestro, me animo a hacer algunas reflexiones tras la derrota del plebiscito.

Cuando en el 2019 Chile inicio los trabajos de redacción de una nueva constitución, el rebote aquí en el Perú se oyó muy bien, sobre todo en los grupos de izquierda. Era terminar con la constitución creada por Pinochet en 1980. Tenía similitud con la creada por otro dictador: Fujimori. La nuestra, creada el 93, tenía el mismo principio político y económico para el desarrollo del país. Aunque su fin – en teoría – era favorecer el sistema económico social de mercado, en Chile los “Chicago boys” eran los referentes de un paso adelante de la economía chilena. Lo más representativo, las AFP, esa esperanza de una jubilación feliz, hoy un fracaso indudable, tanto allá como acá.

Se entendía que tras dos años de trabajo en la Convención, el resultado despertaba esperanzas. Pero, a inicios de este mes, el pueblo chileno dijo NO, a pesar de que un año atrás nadie dudaba de que la nueva constitución fuera aprobada. La elección de Boric, fruto de una alianza de partidos y movimientos de izquierda chilena, en diciembre del año pasado parecía sumar al triunfo.

Boric fue dando pistas de lo que sería el nuevo país con la nueva constitución. De modo paralelo, los compañeros de camino en su ascensión al poder, fueron tomando confianza y salieron del closet empoderados con el triunfo. Había propuestas fuertes y necesarias, como el tema económico, los mecanismos de participación ciudadana, el tema del agua, las culturas ancestrales, pero fueron opacadas y desmerecidas por los mismos redactores de la nueva constitución, y esto le olió feo a la población chilena de a pie. Además, las posiciones de los constituyentes fueron vergonzosas durante las discusiones en la Convención. Así, las posiciones extremistas y otras infantiles políticamente hablando, no lograron el consenso en un país que se hallaba convulsionado como el nuestro tras el fracaso neoliberal.

La derecha chilena actuó inteligentemente. Dejó que los ideales de izquierda, reprimidos durante mucho tiempo, se mostraran. Creo que se excedieron y ahí estuvo su debacle. Su campaña por el "Rechazo", fue tardía pero efectiva, y estuvo bien estructurada, aprovechando las debilidades expuestas durante la Convención.

La derecha chilena tomó en cuenta el arraigado sentido de identidad chileno. Puede que Chile tenga pasos adelante en cuestiones sociales y políticas, hasta económicas; pero su idea de nación y de vida familiar todavía es bastante conservadora. Por lo que leo de allá, el temor a la desmembración de Chile por su definición como estado plurinacional siguiendo el modelo boliviano, no era la agenda inicial de la aceptación del plebiscito de octubre del 2020. También se insertó el tema del aborto, se empoderaron las agendas LGTBI, y los ataques a la Iglesia Católica. Otro tema que rompió esquemas fue el voto obligatorio, en un país donde en voto es facultativo

Definitivamente es un duro revés para la izquierda latinoamericana, para Chile y el novísimo Boric. A los días despide algunos ministros y asesores de primera línea, para acomodar a gente más de centro. El rápido reconocimiento del fracaso, el control de daños favorece al joven presidente. Es de entender que Chile propondrá una nueva constitución y esta será más pensada.

¿Cómo lo debemos mirar desde nuestro Perú? Hay que aprender la lección de Chile. Aquí, es verdad que el pueblo entiende que debe haber cambios fuertes, quizá radicales por lo visto en la pandemia, que mostró el real significado del libre mercado. Pero, extremar las propuestas y colocar todas las agendas y reivindicaciones sobre la mesa y al mismo tiempo es un riesgo que habría que evaluar bien.

Las propuestas extremas de Perú Libre lideradas por Cerrón en voz alta; sumadas al discurso del liberado extremista nacionalista Antauro Humala, abonan para que el pueblo mire con recelo a toda la izquierda en general, y retroalimente la idea de una izquierda violentista que abonan a diario los grandes medios.

La lección chilena debe servir para la reflexión profunda, en más detalle y sin apasionamiento, de parte de nuestras izquierdas. Las líneas políticas de corte progresista, por donde creo debemos caminar, son más sensatas y prudentes para lograr los cambios que el Perú necesita.