Opinión

Las mujeres en la historia de Apurímac y en la literatura de Arguedas

Por Karina Bueno

Responsable de la Unidad de Género de Aprodeh Apurímac.

Las mujeres en la historia  de Apurímac  y en la literatura de ArguedasFoto: Santiago Stucchi

Como ocurre en todo el mundo, no se ha escrito mucho acerca de las mujeres en los territorios sur andinos, y tampoco en esta región, sin embargo, algunas han perdurado en la memoria colectiva por su rol insurgente y movilizador en defensa de los pueblos.

Destaca la poderosa memoria de Micaela Bastidas Puyucahua, una mestiza tamburquina (Distrito de Abancay, Apurímac) que ha dejado huellas en la historia regional y nacional con su coraje y espíritu libertario de la mano de Tupac Amaru y las fuerzas rebeldes anticoloniales en el siglo XVIII. Micaela es reconocida como estratega militar, y, como muchas mujeres luchadoras involucró a sus compañeras, levantó un escuadrón de mujeres quechuas y aimaras; y a la vez lidió con su maternidad y el trabajo de cuidado que realizaba para las tropas y para su familia. Por ello, hoy es una de las fuerzas simbólicas de reivindicación de los derechos de las mujeres y de los pueblos andinos.

Pero además de Micaela existieron muchas otras mujeres que son reconocidas en la cultura popular como Yolanda Montes la aguerrida luchadora del sindicato de Mercados de Abancay, quien junto a sus compañeras y otras dirigentas como Charito Medrano, hoy secretaria general de la FEMURA, constituyeron una fuerza movilizadora para incidir ante el aparato estatal regional logrando la creación de la primera universidad en la región (UTEA). En Grau, Betty Caytuiro la fundadora de la primera federación de mujeres de Grau en los 90, con las compañeras afiliadas impulsaron actividades productivas para la autonomía económica de las mujeres.

En el mundo de la literatura regional, José María Arguedas nos rebela no solo el carácter de la dominación colonial sufrida por os indios quechuas y el contexto socioeconómico de la misma, también nos da luces sobre el carácter de las mujeres y su situación. En la mayoría de sus obras narra los abusos sexuales a los que son sometidas las mujeres por parte de los patrones y los hijos de estos. En “Los Ríos Profundos” que se desarrolla entre Cusco y Abancay, hace referencia al Motín: “Las mujeres indígenas están reunidas en la plaza del pueblo en protesta porque se enteran de que los hacendados están adquiriendo la sal para sus vacas, mientras que es un producto que escasea en el pueblo. Doña Felipa, dueña de una chichería y cabecilla del grupo, habla para todas. Arenga el motín y propone ir a buscar la sal al almacén. Allí encuentran cuarenta bolsas de sal. Las cholas se apoderan de ellas y, organizadamente y en silencio, reparten la mercadería. Ernesto está asombrado del modo en que lo hacen, de la autoridad de Doña Felipa, de su coraje. Se conmueve cuando Felipa se acuerda de los pobres de Patibamba y separa tres bolsas para ellos. Sin dudarlo, el joven se une a las mujeres que, cantando huaynos, toman el camino hacia la hacienda de Patibamba para repartir la sal”

Entonces Arguedas reconoce en las mujeres el rol de acción colectiva contra la autoridad que preserva el orden establecido, y narra como ellas se enfrentaron a la corrupción de los salineros y a la injusta distribución de la sal; y al mismo tiempo nos muestra que son seres que tienen vínculos de amistad, amor y humanidad con las poblaciones más marginadas. Destaca su fuerza para movilizarse y movilizar a las masas en busca de la igualdad y justicia, siendo ellas parte de pueblos andinos marginados y dominados, constituyen la resistencia ante la imposición de grupos de poder. Propone un simbolismo de lucha con las mujeres chicheras, cholas, campesinas, mujeres de a pie que aportan a su comunidad y a sus pueblos en el día a día.

Es una labor pendiente indagar en cada pueblo la vida de las mujeres y sus luchas, y escribir sobre ello, para que la historia no las siga negando y escondiendo. Es importante escribir también sobre las mujeres de ahora, que continúan luchando en defensa de sus derechos y los territorios, que actualmente son abatidas por el impulso minero extractivo que ya veíamos em el “Don Fermín” de “Todas las Sangres” de Arguedas, que tempranamente contextualizó la avanzada del neoliberalismo capitalista.