Opinión

Las cosas se ponen feas para Pedro, pero no están bonitas para Lady

Por Carlos Reyna

Sociólogo

Las cosas se ponen feas para Pedro, pero no están bonitas para LadyFoto: Congreso de la República

La noche del lunes, apenas se supo de la entrega voluntaria del fugado Bruno Pacheco, Pedro Castillo convocó de urgencia a sus abogados y a sus ministros. Seguro los abogados quisieron tranquilizar al Presidente, y este a sus ministros. Pero lo que menos debe haber ahora en el Ejecutivo es tranquilidad.

Pacheco es ahora el preso domiciliario más peligroso para Castillo. Se ha entregado apenas supo que la Fiscal de la Nacion había conseguido a los mejores oficiales de la PNP en cuanto a la búsqueda de personas. Hoy en día, los mejores para buscarlo a él y al ex ministro Silva. Así que ante la mayor probabilidad de ser capturado, por un lado, y, por otro, la menor capacidad de Castillo para protegerlo, porque puede caer en cualquier momento, Pacheco decidió convertirse en colaborador eficaz (o "delator premiado" cómo dicen en Brasil).

Las cosas feas para Pedro

Es muy probable, casi evidente, que Pacheco haya cometido delitos relacionados a la venta de favores a funcionarios o proveedores del Estado. El dinero hallado en el baño de su oficina en Palacio de Gobierno y su fuga repentina son casi confesiones al respecto. Todavía caben dos posibilidades: que lo haya hecho por su cuenta o que lo haya hecho con conocimiento o en coordinación con Pedro Castillo. En cualquiera de los dos casos, a Castillo lo compromete el despido del ex ministro del Interior, Mariano Gonzales, justo cuando estaba asignando a la Fiscalía aquél equipo de policías experto en encontrar requisitoriados. La apertura de lainvestigación fiscal al Presidente por el delito de encubrimiento personal podría descubrir, ya no solo indicios, sino pruebas plenas al respecto. Para enjuiciarlo y condenarlo, la Constitución manda que se tendría que esperar a que termine su mandato.

Sin embargo, un grupo de constitucionalistas respetables, apenas ocurrió lo de Gonzales, venían opinando que sí se le podría abrir un juicio político en el propio Congreso, que lo llevaría a ser suspendido como Presidente. Eso requeriría, previamente, llenar los vacíos constitucionales y legales, y ese grupo de constitucionalistas, que nunca le tuvieron animosidad a Castillo, ya estaban abocados a encontrar una salida que sea sólidamente constitucional y no el tipo de mamarrachos que suelen presentar los que decidieron ser vacadores desde el 28 de julio de 2021. Las cosas, pues, ya se habían puesto feas para el Presidente, pero con la autoentrega de Pacheco ahora están re – feas.

Las cosas no tan bonitas para Lady

La nueva presidenta del Congreso tiene todo el derecho para celebrar su elección como líder formal del Congreso. En sí mismo, ese cargo adorna cualquier currículum y eso es grato para cualquier emprendedor o emprendedora política. Ella venía siendo una funcionaria de perfil bajo en Reniec hasta que probó suerte en política, primero con el fujimorismo, y luego con el partido de César Acuña, dos exitosas agrupaciones de emprendedores más que partidos, y ahora ya logró un premio mayor. Hay algún parecido entre su salto a política y el de Pedro Castillo.

El punto es que, bajo este escenario político tan movedizo, volátil y devorador de sus protagonistas, el parecido también podría estar en que Camones, al igual que seguramente Castillo ahora, llegue a sentir dentro de poco que el costo del éxito fue bastante mayor que el beneficio.

La primera cosa ingrata que le han puesto a Camones, quienes la han encumbrado, es ese "compromiso de honor" de que, si se produce el colapso del Ejecutivo, no sea ella la que reciba la sucesión constitucional como presidenta de transición sino que dejaría el cargo para que una nueva elección congresal defina a otro nombre. O sea, sirves, pero no para las cosas grandes.

La otra cosa un poco fea es lo que ese "compromiso de honor" trasluce: esta última elección de la mesa directiva del Congreso ha estado marcada por los apetitos despertados por la sensación de que está muy próxima la caída de Pedro Castillo y la cuestión de quién lo sucederá. Esto aumentó el número de listas, los pleitos dentro de las bancadas, y las sorprendentes alianzas en cada una de esas listas.

Una gestión que será muy problemática

Las disputas por llenar las sillas que dejarán Pedro Castillo y compañía van a continuar, interferir e incidir en la gestión de Camones y en su propio comportamiento en ese clima. Honor y política son dos sustancias que suelen repelerse. Es posible que más rápido de lo que ella crea, se desaten las deslealtades cruzadas entre los que la pusieron donde está ahora y que ella pague con la misma moneda. Esto es frecuente en ámbitos políticos pero esta percepción de inminencia de desenlace lo exacerba en extremo y podría despertar una alta agresividad. Liderar un grupo es sinónimo de generar consenso dentro de él, pero querer hacerlo con 130 personas divididas en más de diez bancadas, a su vez enfrentadas por dentro, pronto le parecerá imposible, y decidirá mejor sumarse a una facción contra los otros, lo cual será peor.

La gran empatía con el fujimorismo

Por sus antecedentes, la facción a la que Lady Camones, muy probablemente, decidirá sumarse es a aquella cuya solución comienza y termina con el derribo de Pedro Castillo y de Dina Boluarte. En efecto, todo indica que Camones sintoniza más con los fujimoristas que con el grupo de Acuña. Fue su candidata a gobernadora regional de Ancash en 2018, detesta a Vizcarra por haber disuelto el Congreso hegemonizado por la bancada de Keiko, apoyó la aprobación de la ley que recortó la facultad del Ejecutivo para presentar el voto de confianza y, en el proyecto de restablecimiento del Senado, fue iniciativa suya quitarle al Ejecutivo la facultad de proponer al Contralor de la República.

Más recientemente, en la votación del intento de vacancia de Castillo, en marzo último, estuvo en la fracción de APP, junto con el general Chiabra y la Sra Echaíz, que estuvo a favor. Por eso, la bancada naranja la apoyó con mayor entusiasmo que APP para elegirla presidenta del Congreso. En APP, como se sabe hubo resistencia y deserciones.

Cómo vendría el momento más feo para Lady y aliados

El punto que Camones y otros, aún más entusiastas y obsesivos con la destitución de Castillo, no se percatan es que, el día que logren hacerla, será también el día que queden expuestos a una gran movilización popular en su contra, no para defender a Castillo, sino para oponerse a que su reemplazante salga de la actual mayoría del Congreso.

Si hay algo que explica que esa movilización no se haya producido aún para respaldar aquello de “que se vayan todos” es porque, quienes pararon esas marchas, son los mismos que defendieron el resultado electoral de 2021, o sea a Castillo y eso les genera una cierta perturbación. Sacado Castillo de escena, esos colectivos volverán a tener enfrente y sin ninguna interferencia, a la razón de todas sus marchas desde 2011: el fujimorismo. Allí las cosas se pondrán feas para ellos y para su aliada de ahora, Lady.