Opinión

La política exterior de Mendoza, Forsyth y Lescano

Por Alexander Antialón Conde

Especialista en relaciones internacionales

La política exterior de Mendoza, Forsyth y Lescano

Un Estado debe formular tanto su política hacia el interior como hacia el exterior. Estas políticas están vinculadas entre sí y colaboran mutuamente para el logro de objetivos de la política general de gobierno.

La política exterior plantea una serie de desafíos y acciones del Estado ante la comunidad internacional, para alcanzar objetivos siempre en función de sus intereses nacionales. En ese sentido, la política exterior supone el diseño de un plan o estrategia.

Siendo que en el Perú, quien dirige la política exterior y las relaciones internacionales, es el Presidente de la República (artículo 118° inciso 11 de la Constitución), conviene conocer qué es los que proponen en este campo, los candidatos presidenciales –a mi entender- con mayores posibilidades en la carrera electoral del 2021, año de su Bicentenario nacional y de la Cancillería.

En tal tesitura, la presente nota destaca las metas relevantes y concretas en política exterior de los planes de gobierno de las agrupaciones que postulan a la Presidencia de la República a Verónika Mendoza, George Forsyth y Yonhy Lescano; omitiendo las proclamas generalistas y/u objetivos de buenos deseos.

Verónika Mendoza

La agrupación Juntos por el Perú que postula a la Presidencia de la República a Verónika Mendoza, presenta su plan de gobierno contextualizado en la región latinoamericana, sin hacer referencia a otras latitudes de la política exterior como la relación con los EEUU o China.

Aunque parece que la relación con los EEUU, no sería de la mejor, pues se plantea revisar el rol de ese país en temas de asistencia militar y lucha antinarcóticos. También señala que se revisarán todos los Tratados de Libre Comercio (TLC).

Su plan propone fortalecer la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) como espacio regional para una política de no alineamiento y para la mediación, la solución de conflictos y promoción de la gobernanza regional.

Considero que se trata de un reto muy ambicioso, por no decir complejo para llevarlo a cabo; pues, como sabemos, en el 2019 varios países sudamericanos crearon, precisamente para reemplazar la UNASUR, el Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR), siendo el Perú Estado miembro. Asimismo, solo hace pocos días, el Ecuador decidió no tramitar más visas UNASUR.

Sin embargo, el planteamiento no deja de ser interesante, pues si la coyuntura en la gobernanza regional concede la oportunidad, se podrían conjugar fuerzas para iniciar una reactivación de dicho organismo, que podría tomar un rol auspicioso en la resolución de conflictos o crisis en la región.

El plan también propone fortalecer el diálogo y la coordinación con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Comunidad Andina (CAN) y la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

Entendemos que hay un rechazo, o, por lo menos, escepticismo frente al papel desempeñado por la OEA y el Grupo de Lima, que se manifiesta de la omisión de estos organismos.

Asimismo, ofrece acelerar la integración con el Ecuador y resolver las dificultades crónicas que afectan al proyecto Puyango-Tumbes.

Respecto al tema migratorio, además de promover una nueva ley de retorno, propone un canon migratorio, que consiste en que “el Estado tomando como referencia el valor anual de las remesas que las y los peruanos que viven el exterior envían anualmente a sus familias, cree un fondo con el objetivo de incrementar la ayuda humanitaria y la inserción de las y los peruanos en los países donde ha decidido vivir”. Este canon sería creado por ley “con dinero del Estado y administrado por la Cancillería con la participación de los parlamentarios elegidos en el exterior, los parlamentarios andinos y las organizaciones de peruanos y peruanas en el exterior”.

Respecto a la relación con Venezuela, propone apoyar los mecanismos para encontrar soluciones a la crisis venezolana a través del diálogo y sin injerencia externa ni sanciones económicas. Plantea, asimismo, una nueva ley de extranjería para garantizar los derechos de los migrantes que lleguen al Perú (no necesariamente venezolanos), en especial el de las mujeres y sus hijos.

Sin duda, las sanciones económicas a Venezuela, que se agudizan en coyuntura de pandemia, constituyen un impulso para la masiva migración venezolana. El objetivo internacional de sacar a Maduro no debería afectar a la población ni tampoco comprometer a los países vecinos con la recepción de una multitudinaria e ininterrumpida migración no planificada.

Considero que hay formas a través de los medios de solución pacífica de controversias aplicadas a crisis internas y conforme al derecho internacional, que podrían conducir a que sean los mismos venezolanos los que resuelvan sus problemas y decidan su porvenir.

Por último, el plan que comentamos, condena el bloqueo internacional a Cuba y propone la normalización de las relaciones diplomáticas con dicho país mediante un activo comercio y cooperación.

George Forsyth

El plan de gobierno de la agrupación Victoria Nacional, que postula a la Presidencia a George Forsyth, propone una Ley de fusión entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), a fin de evitar las duplicidades de funciones entre las entidades.

Se trata de una iniciativa que tiene su sustento en la propia experiencia y dificultades identificadas en el trabajo de los funcionarios de la Cancillería, que tendría que ser, lógicamente, contrastada con la experiencia de los funcionarios del Mincetur. Presumo que la propuesta se apoya en modelos de países cercanos como Chile y la Argentina. Sin duda, es una iniciativa interesante que bien podría ser considerada, y, desde luego estudiada, por cualquier figura presidencial.

Yonhy Lescano

Sorprende que un partido político, con tradición, como Acción Popular, que postula a Yonhy Lescano como Presidente, no haya presentado en su plan de gobierno, desafíos para la política exterior. La ausencia de dichos retos revela la importancia que se le da al tema y una apuesta por el manejo en “piloto automático” de las relaciones internacionales.

En general, respecto a estos tres planes en política exterior, podemos percibir que no son proyectos que han sido trabajados con el tiempo que merecería dedicarles. Estoy convencido que con tiempo, talento y interés, se hubiese podido ofrecer mejores planes de gobierno para nuestra política exterior.