Opinión

La economía heterodoxa como un marco alternativo para la planificación y gestión urbana de las ciudades peruanas

Por Alejandro Garay Huamán

PhD (c) en Economía por la Universidad de Missouri – Kansas City, ex becario Fulbright, e investigador asociado de Urbes-Lab.

La economía heterodoxa como un marco alternativo para la planificación y gestión urbana de las ciudades peruanasFoto: Evelyn Merino Reyna

La vertiente dominante de la disciplina económica, conocida como economía neoclásica o economía ortodoxa, ha colonizado de manera deliberada la mayoría de las ciencias sociales. Los estudios urbanos no han sido la excepción. Así, las categorías analíticas de la economía neoclásica se han incorporado en gran medida acríticamente al discurso y la práctica de los estudios urbanos. Desde hace tres décadas aproximadamente, la economía ortodoxa ha dominado el debate y la formulación de políticas públicas en el Perú. Esta columna, busca, en primer lugar, dilucidar de manera muy breve el marco conceptual del pensamiento económico dominante, para luego presentar el impacto que ha tenido en la planificación y gestión urbana de la ciudad de Lima. Se concluye presentando un marco económico alternativo para la gestión urbana en el país.

La economía ortodoxa centra su atención en la asignación óptima de recursos escasos, cuyos pilares teóricos son la elección, o preferencias, de los agentes económicos, los cuales son altamente racionales. Es decir, se ven como consumidores que maximizan su utilidad, o satisfacción, y como empresas que maximizan sus ganancias. Todo ello sucede en un escenario de competencia y escasez en el cual la oferta, la demanda y el sistema de precios se ajustan generando equilibrios. Bajo este enfoque, cuando se estudia el espacio urbano y las ciudades, se parte de asumir que la elección y localización espacial son procesos racionales, producto de un “equilibrio espacial”, que es representado matemáticamente (Glaeser, 2008). La pobreza urbana es vista, bajo esta perspectiva, como el resultado de individuos pobres eligiendo vivir en determinadas ciudades y no como un producto complejo del funcionamiento de las ciudades como una totalidad (Glaeser, 2008). Asimismo, la informalidad urbana es explicada a partir de la existencia de una informalidad voluntaria, racionalmente elegida, producto del inadecuado arreglo institucional (Maloney, 2004) y/o una pobre gobernanza (Loayza, 2016). Estos dos son considerados rasgos estructurales de los países en vías de desarrollo. Como se puede apreciar, estos acercamientos conceptuales, caracterizados por su excesivo formalismo y apriorismo, no generan explicaciones relevantes del problema urbano y muchos menos de la totalidad social del país.

Las ideas de la economía neoclásica también han permeado el campo de la planificación urbana. De hecho, es muy común que la planificación se defina y ejecute bajo la noción de competencia: ciudades que compiten con otras ciudades por mercados y flujos de inversión. Ciudades que compiten con la naturaleza por los escasos recursos naturales. Individuos y grupos sociales que compiten entre sí dentro de las ciudades, etc. Estas falsas disyuntivas han sido creadas, en parte, por la ficción neoclásica de elección, competencia y escasez, que ve el mundo social como una totalidad competitiva. Ante esto, conciliar estas prioridades divergentes requiere adoptar un paradigma ontológico y epistemológico distinto que veremos más adelante.

Las políticas neoliberales son una manifestación práctica de la nociva influencia del pensamiento económico neoclásico dominante. En el espacio urbano, la lógica de la planificación guiada por la economía ortodoxa ha significado “la neoliberalización de la ciudad” materializada a través de la desregulación, la especulación y la competencia intermunicipal (Vargas-Villafuerte y Cuevas-Calderón, 2022). Los casos presentados a continuación son un claro ejemplo de esta orientación. En Lince, desde el 2007 se ha modificado la zonificación del distrito con la finalidad de atraer inversión inmobiliaria de alta rentabilidad. Se modificaron los parámetros de construcción, en término de áreas edificables, con el propósito de incrementar la densidad urbana y el precio del suelo. Además, se alteró la normatividad referente al uso y gestión de áreas verdes con el propósito de impulsar una privatización de facto del Parque Castilla (Del Castillo, 2021; Vargas-Villafuerte y Cuevas-Calderón, 2022). Este tipo de desarrollo urbano atrae sectores de altos ingresos, generando con ello procesos de segregación espacial, social y política. De esta forma, el acceso a la cuidad se mercantiliza y se determina por el ingreso económico de los individuos.

Lógicas muy similares se han usado en el distrito de Barranco, con el objetivo de convertirlo en un hub turístico, el mismo que derivo en un boom inmobiliario en el que sectores de ingresos medios invierten en proyectos de alta rentabilidad destinados al alquiler de corto plazo, por ejemplo en plataformas como Airbnb. Esto ha incrementado la especulación inmobiliaria, el desplazamiento físico y simbólico de residentes de los estratos económicos más bajos y la destrucción del tejido social (Del Castillo y Klaufus, 2020). Al nivel nacional, las políticas neoliberales han transformado el derecho a la vivienda en una mercancía por cuanto la producción de vivienda social obedece a las lógicas financieras y privatistas (Fernández-Maldonado, 2016). Todo esto ha fomentado que las ciudades peruanas crezcan sujetas a los imperativos de mercado y que las lógicas privadas tengan una influencia desmedida en la toma de decisiones sobre el espacio urbano.

Ciertamente, los ejemplos discutidos muestran la posición dominante de la economía neoclásica en la producción de las ciudades peruanas. Dada esta situación, ¿existe alguna alternativa a este enfoque económico? La respuesta podría encontrarse en la economía heterodoxa. La ciencia económica está conformada por una diversidad de escuelas, o enfoques, como el Marxismo, post-Keynesianismo, el viejo institucionalismo americano, la economía ecológica y feminista, que operan en los márgenes de la disciplina. Al esfuerzo teórico por sintetizar el conjunto de estas distintas vertientes se le suele denominar economía heterodoxa, la misma que tiene como objetivo de estudio el proceso de aprovisionamiento social, categoría antagónica a la noción neoclásica de escasez. El aprovisionamiento social implica un proceso de producción circular en el que los medios de producción socialmente producidos, por definición, no son escasos (Lee, 2018).

Definir la economía como la ciencia del aprovisionamiento social, en lugar de la ciencia de la escasez, transforma profundamente nuestra forma de entender el mundo social (Garay-Huamán, 2019). Nos permite, entre otras cosas, comprender las dinámicas involucradas en la forma en la que las clases dominantes se apropian de los excedentes sociales y controlan el proceso de aprovisionamiento social, pero además nos permite advertir que esos mismos excedentes podrían utilizarse para construir espacios públicos inclusivos, resolver los problemas de desempleo, salud y vivienda de las grandes mayorías (véase la propuesta de Ayala y Irazábal, 2023). Así pues, dadas las características de la economía heterodoxa, ésta puede ofrecer un marco de referencia alternativo a la gestión urbana, traduciéndose en una conjunción disciplinaria capaz de generar políticas que conduzcan a la consecución de ciudades justas, inclusivas, equitativas y sostenibles.

Referencias

Ayala, J. y Irazábal, C. (2023). Urban planning and heterodox economics in the United States: Progressive partners to reduce inequalities. En Bieri, S y Bader, C. (eds), Transitioning to reduced inequalities. Basel: MDPI, pp. 145-170.

Del Castillo, M. L. (2021). El parque donde está prohibido bailar: la competencia por el espacio público en Lima. Desacatos. Revista de Ciencias Sociales, (67), 48–65. Recuperado a partir de https://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/2239

Del Castillo, M. L., & Klaufus, C. (2020). Rent-seeking middle classes and the short-term rental business in inner-city Lima. Urban Studies, 57(12), 2547-2563. DOI: 10.1177/0042098019881351

Fernández-Maldonado, A. (2016). Planeamiento urbano y producción de vivienda en el Perú. En Abramo, P., Erazo, J. y Rodríguez, M. (eds.), Procesos urbanos en acción ¿Desarrollo de ciudades para todos? (pp. 81-115). Quito: Ediciones Abya-Yala.

Garay-Huamán, A. (2019). ¿Es posible una teoría económica sin el binomio escasez-elección?: Hacia una teoría microeconómica heterodoxa. II Conferencia Internacional de Economía Heterodoxa: 100 Años del Nacimiento de Hyman Minsky y Robert Heilbroner, Bogota, Colombia. DOI: 10.13140/RG.2.2.25846.06726

Glaeser, E. L. (2008). Cities, agglomeration, and spatial equilibrium. Oxford: Oxford University Press.

Lee, F. (2018). Microeconomic theory: A heterodox approach. New York: Routledge.

Loayza, N. (2016). Informality in the process of development and growth. The World Economy, 39(12), 1856-1916.

Maloney, W. F. (2004). Informality revisited. World Development, 32(7), 1159-1178.

Vargas-Villafuerte, J. y Cuevas-Calderón, E. (2022). Neoliberalización de la gestión urbana en Lima Metropolitana, Revista INVI, 37(105), 71-97. DOI: 10.5354/0718-8358.2022.65453