Entrevista

José de Echave: “El gobierno no está entendiendo la complejidad del conflicto en las Bambas”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

José de Echave: “El gobierno no está entendiendo la complejidad del conflicto en las Bambas”Foto: Noticias SER | Luisenrrique Becerra

La situación del conflicto entre la minera MMG Las Bambas y las comunidades de su entorno, parece no encontrar salida, porque por tercera vez, el intento del gobierno de instalar una mesa de diálogo se vio frustrada. Es evidente la impericia del gobierno para abordar este conflicto, su falta de capacidad para generar condiciones para el diálogo y estrategias que permitan recobrar la confianza de las comunidades en el Estado. Para analizar este tema, Noticias SER entrevistó a José De Echave, investigador de Cooperaccion.

¿Qué opina sobre la fallida instalación de la mesa de diálogo para abordar el conflicto en el proyecto minero MMG Las Bambas?

En primer lugar, es un fallo reiterado. El gobierno no está entendiendo la complejidad del conflicto en las Bambas y me da la impresión que no está haciendo lo correcto. La semana pasada debió llegar una delegación encabezada por el Ministro de Energía y Minas, pero este ministro decidió no asistir, lo cual fue un mensaje muy malo para las comunidades. Después, el Presidente del Consejo de Ministros, justificó su no asistencia indicando que lo iban a secuestrar, lo cual ha caído muy mal en la población. El fin de semana pasado enviaron una invitación para una reunión para el domingo, pero la invitación llegó el sábado en la noche, sabiendo que las comunidades toman sus decisiones de manera conjunta en una asamblea. Ahora, el ministro Roberto Sánchez ha ido a la zona y sin éxito. Las condiciones de diálogo se preparan, se trabajan y, sobre eso no se está haciendo nada, más bien se está agudizando el conflicto.

En la forma como viene actuando el gobierno para gestionar este conflicto, ¿percibe algún interés por agudizar el conflicto desde el gobierno?

No tengo evidencia para especular que pueda haber un interés del gobierno. En principio, a ningún gobierno le conviene un escenario de conflictividad complicado y complejo. Lo que veo es que hay impericia, torpezas, y ausencia de estrategias claras para abordar los conflictos sociales. Creo que se están pagando las consecuencias de malas decisiones que se han ido tomando. Y no se está tomando en cuenta que la zona de influencia del proyecto Las Bambas, es una zona de conflicto permanente; si uno ve lo que ha pasado desde el 2015 hacia adelante, estamos hablando de una recurrencia de conflictos y estallidos a lo largo de todo el corredor minero, que cada vez se va complejizando.

¿Le parece pertinente el pedido de las comunidades de que hay que levantar el Estado de Emergencia para iniciar el diálogo, aunque ellos estén bloqueando la carretera?

En una situación de entrampamiento los gestos deben ser de ambos lados. Por un lado, la zona de Las Bambas, desde el 2015 para adelante ha vivido en permanente estado de emergencia. Pero, al mismo tiempo, si hay voluntad de diálogo, debería existir un compromiso de las comunidades para crear una situación acorde para que el diálogo discurra por vías institucionales y pacíficas.

¿Considera que el entrampamiento está relacionado con la desconfianza de las comunidades respecto a la falta de neutralidad del Estado?

Yo tengo la sensación de que este tema debería ser tratado con mucho tacto para recuperar confianza, porque lo que se ha debilitado es precisamente la confianza y la credibilidad de las comunidades hacia el Estado. Las comunidades no creen en el Estado ni lo ven como un actor facilitador que va a respetar sus derechos. Todo esto se ha visto con el actuar de la policía, que es un actor que toma partido del lado de la empresa. Entonces, recuperar la confianza es un tema fundamental.

¿Podemos esperar algo distinto del gobierno para abordar este conflicto?

Tendría que haber un giro de 180 grados y no veo ningún indicador que eso ocurra, más bien solo veo malas decisiones que terminan generando mayores brechas entre el Ejecutivo y las comunidades. Entonces, tendría que haber un giro de estrategia, pero para eso se necesita una mirada alternativa y no veo a nadie en el Ejecutivo que pueda llevar un proceso de este tipo. En la anterior gestión liderada por Mirtha Vásquez, había mucha más capacidad para abordar los conflictos sociales, pero todos esos equipos han sido desmantelados y mucha gente que tenía la experiencia acumulada hoy en día ya no está.

¿Por qué ningún gobierno ha logrado solucionar el conflicto en Las Bambas?

Porque se ha ido acumulando una serie de malas decisiones, por ejemplo, el tema de la vía el corredor vial fue consecuencia de malas decisiones poco transparentes. Una vía que era comunal de golpe se convirtió en una vía nacional. Básicamente en función de la empresa, se expropió y se terminó utilizando terrenos de propiedad privada de las comunidades campesinas. Se hizo algo que no se aceptaría hacer en la ciudad de Lima. Se impuso una vía sin negociación, sin proceso de expropiación adecuado, sin pago de justiprecio a los propietarios de los terrenos por dónde iba a pasar esta vía nacional. Lo otro es que por esa vía empezaron a transitar 250 camiones con minerales. Entonces, esa decisión es la base de los conflictos a lo largo de todo el corredor, así como la modificación del proyecto minero original de Las Bambas sin mecanismos de participación ciudadana ni información adecuada para la población. Además, se crearon muchas expectativas sobre los beneficios que iba a traer a la zona que después de algunos años se ve que no son tantos. Por último, tengo la impresión que se negoció con las comunidades con muy poca transparencia, incluso muchos de los acuerdos tienen cláusulas de confidencialidad y por eso hoy en día las comunidades reclaman que muchos de los acuerdos no han sido cumplidos. Los únicos que saben si se han cumplido o no, son las comunidades y la empresa que firmaron esos acuerdos. Entonces lo que estamos viviendo es consecuencia de un cúmulo de malas decisiones y por supuesto de una pésima gestión de las tensiones y conflictos en la zona de este este gobierno y de los anteriores.