Entrevista

Gloria Helfer: "López Aliaga tiene creencias que niegan la esencia del ser humano que es la igualdad"

Por Gabriela Arrunátegui Martínez

Socióloga

Gloria Helfer: "López Aliaga tiene creencias que niegan la esencia del ser humano que es la igualdad"Andina

La campaña electoral está entrando a su recta final en nuestro país, y una de sus características ha sido la emergencia de una candidatura como la de Rafael López Aliaga que se reivindica como un fervoroso católico militante del Opus Dei. Para conocer cómo es vista su candidatura y sus posturas por otros sectores de la feligresía, en estos días de Semana Santa, entrevistamos a la ex congresista y ex ministra de Educación, Gloria Helfer, un referente importante en el campo educativo, con larga experiencia en el trabajo político con sectores populares, y una católica formada en la Teología de la Liberación del padre Gustavo Gutiérrez.

En este contexto de pandemia, en el que muchos barrios se están organizando, muchas ollas comunes han aparecido ¿crees que vivimos un resurgir de la organización popular?

Estoy totalmente convencida de ello. Lo que llamamos neoliberalismo y toda esa política económica que le venden a la gente como lo mejor, ha destruido mucho del tejido social. Es decir, se eliminó todo lo que fuera organización, sino mira donde están los gremios, los sindicatos, las organizaciones de base. Algunos subsistieron, pero todo era por el “sálvese quien pueda”, cada uno individualmente, mientras que lo colectivo, que expresa la solidaridad, se fue diluyendo.

Entonces, lo que yo veo ahora es que hay cosas deplorables, muy dolorosas, toda esta escasez, todo este dolor y duelo; lo más terrible, además de la salud, es el hambre, la falta de trabajo, el miedo porque los hijos no puedan tener lo que necesitan. Eso es lo que está haciendo que resurja la organización, las ollas populares, las ollas comunes. Es muy bonito el nombre “ollas comunes”, porque refleja el “bien común”, que tiene algo para dar a los otros en muchos casos de manera gratuita. Entonces ahí hay algo nuevo que brota, que es muy positivo y que se debe cuidar muchísimo para que florezca.

Este momento te hace recordar quizás tu juventud, cuando tú participabas activamente del trabajo en barrios y en organizaciones de bases ¿cómo era Gloria Helfer en aquellos tiempos?

Yo entré a la universidad en el año 63. Rafael Roncagliolo era presidente de la Federación de estudiantes y Henry Pease era el responsable de la primera Campaña de Alfabetización. De esta manera, nos vamos muchos estudiantes voluntarios a alfabetizar en Comas que recién estaba invadido. Y ahí vimos lo que era una organización, vimos que la alfabetización era la forma de acercarnos a esta migración que llegaba a Lima Norte.

Entonces, esa es una historia que a nosotros nos abrió el mundo. En la universidad conozco al padre Gustavo Gutiérrez, mi profesor de teología. En ese camino hacemos una ruta de compromiso con el evangelio y lo social. El acercamiento a lo social está clarísimo en el evangelio, para nosotros es eso lo que marca nuestras vidas.

¿Y cómo es que se vincula la religión contigo? ¿Qué te da la religión para luego entrar a política y postularte como congresista?

Lo que me da la religión es mi fe profunda y un evangelio que no es el de un Dios que castiga, sanciona, que quiere que te tortures y que te hace creer que vive en pecado continuamente. Esta es una fe en un Dios que te ha hecho a su semejanza, hombres y mujeres iguales. La biblia está plagada de eso, de igualdad; en el evangelio mismo de Jesús, trata a las mujeres con igualdad y hace una crítica fuerte cuando se va contra este principio.

Entonces tú tienes a ese Dios de la igualdad en cada ser humano. Por eso tú no lo puedes dejar tirado en el camino. Tienes que ser como el samaritano que recoge al hombre herido por los asaltantes. Entonces tienes que ocuparte de él, tienes que atenderlo, tienes que cuidarlo, tienes que dar tu tiempo, tienes que dar tus recursos. Ese Dios, que le podemos llamar padre, es el que te lleva a decir qué cosa puedes hacer por tu hermano, por tu hermana, por esos que menos tienen, sobre todo por los pequeños, que son los preferidos del evangelio también.

Si hablamos de derechos humanos ¿En qué se diferencia la Teología de la Liberación con el Opus Dei de López Aliaga?

Son muy diferentes. López Aliaga tiene creencias que niegan la esencia del ser humano que es la igualdad. En el fondo lo que quieren es conservar poder, un poder que es masculino y que ha dominado el mundo. En eso yo soy muy fuerte y clara, porque como educadora y como mujer interviniendo en la política, he enfrentado posiciones así, que no solo son del Opus Dei o católicas.

Por otro lado, estamos quienes nos preocupamos por una educación integral. ¿Qué es una educación integral? Que nuestros estudiantes, niñas, niños y adolescentes desarrollen todas sus capacidades intelectuales, afectivas y sexuales, porque la sexualidad es parte del ser humano. Lo que queremos es que desarrollen esa sexualidad de manera integral, para que puedan tener relaciones saludables, que puedan formar una familia (si así lo quieren) y que puedan ser felices con su sexualidad. Y eso, es un derecho, y los derechos son inalienables, la gente nace con derechos, no le otorgas los derechos. Las personas que cumplimos roles de autoridad o cualquier rol que tengamos como docentes, padres, madres, tenemos que proteger, respetar y favorecer esos derechos.

Lo que pasa es que hay tendencias como la de “Con mis hijos no te metas” que se agrupan allí y se meten con los derechos inalienables de nuestros niños, niñas y adolescentes. Más bien nosotros deberíamos decirle “con los derechos de los niños, niñas no se metan”. Este grupo utiliza el miedo para amedrentar a las familias. A estas familias que tienen miedo hay que convencerlas, hay que explicarles, no hay que ponerlas en el mismo saco. Yo he trabajado mucho con familias y lo primero, que uno siempre debe hacer, es escuchar, entender de dónde viene ese miedo y explicarles que lo que queremos a través de una educación es formarlos en igualdad.

¿Tú crees que Rafael López Aliaga es un buen cristiano?

De lo que le he escuchado decir, no reconozco en Rafael López Aliaga el cristianismo que yo practico. Ese cristianismo yo no lo reconozco, no reconozco el evangelio, no reconozco a Jesús, no reconozco en López Aliaga dónde está la relación amorosa de Dios con cada uno de nosotros.

La comprensión, el perdón y la igualdad son parte del evangelio. Por ejemplo, la parábola de la mujer adúltera, se recuerda mucho cuando Jesús dice “que tire la primera piedra quien está libre de pecado” pero se resalta menos que se busca sancionar solo a la mujer, ¿y el varón? ¿por qué van a castigar a la mujer? y ¿con quién había cometido el adulterio? ¿Te das cuenta? Ese es un planteamiento de igualdad. Esa concepción de igualdad entre hombres y mujeres yo no la veo en López Aliaga; no veo al Dios del Evangelio en su discurso, no reconozco mi cristianismo ni mi fe en lo que él señala.

La lista al Congreso de Rafael López Aliaga incluye a postulantes que responsabilizan a las mujeres de la violencia que sufren, diciendo que son culpables de ser violadas y que deben estar sometidas por el hombre, ¿Qué opinas sobre este tipo de declaraciones?

Como decíamos antes, ahí hay una cuestión de dominio. Lo que ha ocurrido es que muchos sectores sociales que siempre estuvieron oprimidos, controlados, discriminados, ignorados, dominados y silenciados, han comenzado a hacerse escuchar y han conquistado, voz, presencia, posiciones, cargos, prestigio y leyes que les protegen. Entre ellos está movimiento de las mujeres. Hace mucho que se ha develado lo que ocurre en la casa, la familia, la relación con el esposo y hay grupos que no pueden soportar la idea de dejar ese dominio, porque ese es un territorio de dominio.

Entonces, la pelea está ahí nuevamente. Recuerdo haber seguido la alfabetización de mujeres de zonas populares de San Juan de Lurigancho. Ellas se escapaban para poder ir a sus cursos de alfabetización, porque el marido no las dejaba; y nosotros en las clausuras les preguntábamos ¿por qué ha peleado tanto por aprender a leer?, y nos decían “es que ahora tengo ojos, puedo ver, veo más cosas y ahora ya con mi esposo somos iguales”. Eso es lo liberador, que las mujeres puedan educarse y que puedan salir de esa relación de dominio. Es muy duro, y por eso hay tanto feminicidio también, pero tenemos que hacerlo, y tenemos que hacerlo con una educación envolvente, que convenza, no podemos dejar que estos algunos impongan una actitud confrontacional y de miedo.

Finalmente, tú que has sido Ministra de Educación ¿Cómo te imaginas una educación en el gobierno de Rafael López Aliaga?

Considero que, cualquier posición que pretenda eliminar al contrincante político y lo convierta en su enemigo para destruirlo, es peligrosa no solo para la educación del país. Eso en la historia ha sido registrado y tiene nombre y yo tengo muchísimo miedo de eso. No solamente por el Perú, sino porque hay muchas otras tendencias similares, como vemos en Brasil, Trump en Estados Unidos, etc. Estos personajes son muy destructores no solamente del planeta (porque también debemos de tener en cuenta la ecología), sino principalmente de las relaciones humanas.

El Perú no se merece un gobierno así, donde las posibilidades de participación, solidaridad, compartir, bondad, compasión se anulen y sean dominadas por personas que infunden miedo e intolerancia por lo diferente.