Familias ayacuchanas podrán dar sepultura a víctimas de la violencia política
Corresponsal en Ayacucho
Entre los años 1980 y 2000, Perú fue víctima de una violencia política sin precedentes originada por la acción de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y la respuesta contrasubversiva del Estado. Miles de personas perdieron la vida o desaparecieron durante este trágico episodio de la historia peruana. Sin embargo, en los últimos años, se han realizado esfuerzos significativos para buscar, identificar y restituir los restos de las víctimas, brindando una esperanza de justicia y dignidad a los familiares afectados.
Es de este modo, que el 17 de mayo del 2023, la Catedral de Ayacucho volvió a ser el escenario de la entrega de 31 restos óseos pertenecientes a las víctimas del periodo de violencia en la región, los cuales fueron recibidos por sus familiares de manos del Ministerio Público a través del Subsistema Especializado y los Fiscales de la Primera Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad de Ayacucho, el Equipo Forense Especializado – EFE y el apoyo de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
De acuerdo al presidente de la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Fiscal de Ayacucho, Dr. Javier Edgar Anaya Cárdenas, el trabajo de recuperación ha sido realizado en las zonas de Huarcatan, Iquicha, Llusita, Oronccoy, Chinchibamba y Andamarca, de las provincias de Huanta, La Mar y Lucanas.
“En estos lugares se encontraron sitios de entierro clandestino, se ha recuperado los restos con el Equipo Forense Especializo (EFE) los cuales fueron sometidos a análisis antropológicos, odontológicos y genéticos para los fines de su identificación y luego de haber concretado ese objetivo, el día de hoy, se ha procedido a la entrega digna a los familiares para que puedan cerrar un ciclo de vida”, mencionó.
La voz de los familiares : Feliciana e Inés
El trabajo exhaustivo de búsqueda tuvo como sus principales protagonistas a los familiares de las víctimas, que luego de casi 4 décadas de incansables esfuerzos, por fin pueden dar el último adiós a sus seres queridos.
Tal es el caso de Feliciana Valencia Ñaña, comisionada para el reconocimiento de la fosa común Huarcatan y familiar de una de las víctimas, quien recuerda y relata el proceso que tomó encontrar los restos de su padre.
“En Huarcatan han fusilado a más de 20 personas y en ese lugar han hecho un hueco grande, un pozo, ahí echaron como pachamanca a los muertos. Ahora, gracias a Dios, tanto sacrificio, tanto trabajo de los peritos forenses de la Fiscalía, a la Asociación Pro Derechos Humanos y a la Dirección General de Búsqueda, nos han entregado”.
Recuerda, además que “el reconocimiento de la fosa ha sido desde el 2007, estuve desde el reconocimiento de la fosa, desde la exhumación. La comunidad de Pamapacuris me ha apoyado con caballos de carga, porque aquel tiempo no entraba carretera a ese sitio. Los fiscales forenses han ido caminando hasta allí, el camino es un poco dificultoso, ahora gracias a Dios ya llega carretera. Y agradezco que me hayan entregado a mi papá, lo han identificado. Incluso, he ido a buscarlo a Lima, porque me han dicho que posiblemente se lo habían llevado allá, he buscado 3 días y nadie me daba respuesta. Me cansé. Seguía exigiendo a la fiscalía de aquí y ahora agradezco por entregarme a mi papá, gracias a Dios y tanta lucha. Ahora me voy a llevar rumbo a Chachaspata, distrito Pucaculpa”, relató Feliciana.
Asimismo, hizo el pedido a las autoridades a que se disponga de una placa con los nombres de las víctimas en la localidad de Huarcatan, como una expresión de reconciliación y justicia.
Por su parte, Inés Marvina Chimalca, familiar de víctima, recuerda el episodio doloroso de los tiempos de la violencia.
“En ese tiempo, hemos estado muy asustados, no comíamos, no dormíamos y hasta a nuestros perritos los matábamos para que no aúllen, solo cocinábamos de noche y escapábamos a las cerros, cuevas, montes y ríos para que no nos encuentren y desde ahí vivíamos con miedo”.
“Cuando pedimos apoyo no nos hacían caso, a los que hablan bien les hacen caso a los que no, no. Tampoco teníamos suficiente dinero para ir y a veces hacíamos colectas de un sol y gracias a Dios ahora hemos alcanzado. Dios ha querido que hoy día hayamos visto a nuestros seres queridos, y por eso estoy muy agradecida”.
“Hoy me han entregado a mi tío, soy de Pampacuris. Nos han llamado y hemos venido a recoger los cuerpos de nuestros familiares, aunque ahora son sus huesos, nosotros estamos conforme con eso. Ahora voy a llevar a donde nació y agradezco muchísimo”.
Así como ellas, los familiares de las víctimas han emprendido el camino de la búsqueda para dar con el paradero de sus seres queridos y, hoy la restitución de restos les brindó un sentido de cierre y la posibilidad de darles un digno adiós. Sin embargo, aún se tiene mucho camino por recorrer y muchas brechas que acortar para conseguir la ansiada justicia.
La búsqueda continúa
Jhony Curi, Coordinador regional de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas (DGBPD) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en declaraciones a Noticias SER, refirió que los trabajos de búsqueda siguen su curso, ya que aún hay una gran cifra de desaparecidos y familiares que esperan respuestas.
“Actualmente el RENADE (Registro Nacional de Personas Desaparecidas) arroja que en el Perú existen alrededor de 21 000 personas desaparecidas, la tarea es que en conjunto con las instituciones se pueda culminar con la búsqueda o lograr encontrar respuestas sobre la ubicación de estas 21 000 personas o incluso más. De alguna forma se trata de que sea el Estado con sus distintas instituciones, asuma este rol de dignificar a las personas desaparecidas y fallecidas”.
“Tenemos cientos de cuerpos que han sido recuperados, la mayoría de ellos todavía están en cadena de identificación, no se ha concluido esta tarea, es una tarea de corto, mediano y largo plazo y a medida que se vayan obteniendo resultados en temas de identificación se va procediendo a la restitución digna a sus familiares” Acotó el presidente de la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Fiscal de Ayacucho.
La restitución de restos de las víctimas de la violencia en Perú no solo es un acto de justicia, sino también una oportunidad para construir un futuro basado en la memoria y la reconciliación. Aunque se han logrado avances significativos, es esencial que el gobierno y la sociedad en su conjunto continúen apoyando estos esfuerzos.
Autoridades y organizaciones participantes
La entrega fue encabezada por la Dra. Marena Mendoza Sánchez, Fiscal Superior Coordinador de la Fiscalía Superior Penal Nacional y Fiscalías Penales Supraprovinciales Especializados en Derechos Humanos e Interculturalidad, asimismo se contó con la presencia del Dr. Javier Edgar Anaya Cárdenas, presidente de la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Fiscal de Ayacucho, Sr. Saúl Edgard Flores Ostos, Jefe de la Oficina Desconcertada de la Autoridad Nacional de Control de Ayacucho, el Dr. José Manuel coloma Marquina, Director de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Dr. Francisco Rubén Brizuela Pow Sang, Jefe Nacional del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público, Sr. Linh Schroeder, Jefe de la Delegación para Perú, Bolivia y Ecuador – Comité Internacional de la Cruz Roja, Defensoría del Pueblo, Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP), Centro Loyola, Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) y Cruz Roja.