Informe

Escasa articulación entre instituciones públicas y privadas impidió una mejor respuesta a la pandemia en Cajamarca

Por Wilfredo Cholán & Ronald Ordoñez

Corresponsales en Cajamarca

Escasa articulación entre instituciones públicas y privadas impidió una mejor respuesta a la pandemia en Cajamarca Andina

El año 2020 llega a su fin y en Cajamarca, la pandemia ha develado las limitaciones existentes para responder de manera articulada a los los principales problemas de la población, tal como se indica en las siguientes opiniones de diversos líderes de opinión:

Axel Cabanillas Sisniegas, periodista

“Cajamarca fue muy golpeada por la pandemia, pero también por la poca o nula articulación entre las autoridades para mejorar el equipamiento y la infraestructura del sector Salud, espacio público encargado de atender a pacientes contagiados y evitar tantas muertes. Es en esta circunstancia y frente a la demostrada inoperatividad de algunos gobernantes, donde el pueblo -haciendo colectas pro plantas de oxígeno, resguardando el ingreso en las carreteras o llevando ayuda a las poblaciones vulnerables- fue el que cubrió esta ausencia y no pierde la esperanza de seguir adelante”.

Herico More Muñoz, sociólogo, docente universitario e investigador del Observatorio de Vigilancia Ciudadana – GOBIERNA

“A nivel regional y municipal, si bien hubo una intención de hacer frente a la pandemia, creo que los esfuerzos que se hicieron fueron insuficientes pues faltó gestión de los recursos y una política clara con estrategia definida. Tanto el cuestionado reparto de canastas de víveres como el descontrolado retorno de los caminantes dieron cuenta de estas falencias. Asimismo, la poca articulación entre los ámbitos público y privado, tal vez por temor a las críticas que siempre se presentan, no permitieron tener una reacción temprana. Si bien hubo un apoyo importante de parte de la empresa privada este fue disperso, poco articulado y un tanto tardío; mientras que la solidaridad se impuso y permitió la organización de diferentes iniciativas. A nivel social, nos hemos vuelto a convencer que nos falta crecer como sociedad en cuanto al cumplimiento de las normas y la autorregulación”.

Amalia Villanueva Castrejón, presidenta de la Federación de Rondas Campesinas Femeninas del Norte del Perú (FEROCAFENOP)

“El 2020 ha sido un año difícil. Prácticamente todo ha quedado en cero. Los proyectos previstos, los planes de cada empresa se han estancado no solo en Cajamarca sino a nivel nacional. Hemos tenido un retraso total en educación, en salud, en agricultura y en general, en todo aspecto. Los negocios agrícolas no han avanzado, al contrario, hubo un retraso económico porque se han perdido muchos cultivos, además se malograron porque no habían pases ya que se cerraron las entradas terrestres y aéreos. Ha sido un retraso total”.

Pedro Sánchez Legrás, sociólogo, analista político y docente principal de la Universidad Nacional de Cajamarca

“El 2020 podría calificarlo como un año perdido en el sentido de que tanto las actividades productivas como las actividades políticas, mayormente han estado subordinadas al tema de la salud. Se ha tenido una cuarentena muy prolongada y esto no ha facilitado que se instale un desarrollo pleno del potencial productivo que tiene la región. Si bien es cierto, actividades importantes como la minería o agricultura de alguna forma han seguido con un desarrollo casi normal, las limitaciones de mercado o de transporte se han dejado sentir. En cuanto al nuevo proceso electoral, todavía no se siente en Cajamarca a excepción de una que otra campaña moral. Propiamente, una alternativa de desarrollo no aparece ni siquiera se vislumbra”.

Teresa Santillán Valqui, abogada, especialista en gestión pública

“Ha sido un año muy complejo. Las autoridades regionales y locales se vieron desbordadas ante la pandemia. Si bien en un momento la región era vista como una experiencia de éxito, las cifras se elevaron rápidamente y no se tuvo una acción efectiva ni eficaz. A esto se sumó las limitaciones para ejecutar el presupuesto de este año fiscal, quedando como una de las regiones con menor ejecución. Se evidenció también que las brechas existentes en salud, educación y acceso a servicios, son profundas. En ese sentido, no se han planteado grandes proyectos que puedan recortar estas brechas. Se necesita más personal calificado, buena conectividad para la educación virtual, así como planificación y participación de las comunidades”.

Dina Mendoza Bazán, presidenta del Consejo Regional de la Mujer (COREMU)

“Se va un año de retos por la nueva convivencia al enfrentar el covid-19. Hemos vivido con miedo, angustia o tristeza por la pérdida de familiares, amigos o amigas. Un año en el que no se ha podido avanzar mucho en los objetivos planificados. Esta pandemia destapó la realidad de nuestro país con la corrupción en primer plano; nuestros sistemas de salud y educación no han sido lo que se esperaba y el pueblo ha tenido que pagar las consecuencias porque muchas autoridades brillan por su ausencia. Terminamos un año con un análisis para ver en lo que se ha avanzado pero que ha sido muy poco en políticas públicas a favor del pueblo”.

Elías Cachi, coordinador regional del Foro de la Sociedad Civil en Salud (FOROSALUD)

“El 2020 ha sido un año muy complicado. La crisis en el sistema de salud se agudizó fuertemente con la aparición del coronavirus, dejando grandes problemas, personas sin acceso a la salud, medicamentos muy elevados, oxígeno casi imposible de conseguir, muertes lamentables, entre varias otras situaciones más. Cajamarca es una de las regiones más pobres del país, la pandemia ha afectado a todos, pero principalmente a la población más vulnerable. Ha habido muchos esfuerzos por parte del gobierno regional y gobiernos locales por enfrentar la crisis, sin embargo, es pertinente reforzar el trabajo articulado y que la implementación de los protocolos de prevención y atención a personas afectadas con covid-19 sean prioridad”.

Gisela Ortíz Barboza, coordinadora regional de la Red de Mujeres Interamericanas – Cajamarca

“Como organización que trabaja el empoderamiento de las mujeres como mecanismo para disminuir la violencia, consideramos que este año la pandemia ha puesto a las mujeres en una posición más complicada, porque los índices de violencia han aumentado y tenemos en Cajamarca dos feminicidios. Sin embargo, seguimos trabajando en medio de este contexto y hemos iniciado una escuela de empoderamiento rural en Michiquillay a pesar de las condiciones, porque, así como la violencia no se detiene nuestro trabajo tampoco se pude detener”.