Opinión

¿Entonces soy comunista?

Por Bikut Toribio Sanchium

Economista y Gestor Ambiental por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Poeta y escritor. Investigador de temas amazónicos, extractivismo y defensores ambientales del Centro Bartolomé de las Casas (Cusco). Asistente de investigación en la Red Muqui y fotorreportero de Noticias SER.

¿Entonces soy comunista?

Vivir en una comunidad es entender que se va a convivir con el resto en un espacio común, donde nadie es enemigo ni diferente o considerado contrincante. Ser de una comunidad es tener la lógica de servir a los demás, saber que nos vamos a necesitar y más en los peores momentos. Venir de una comunidad es saludarse todos los días. Es saber que los problemas se solucionarán entre todos, por lo que se convoca una reunión comunal donde se discuten las principales dificultades y se toman acuerdos. La idea es vivir juntos en paz y tranquilamente. Así, los pueblos amazónicos han coexistido durante muchos años. Pero la mercantilización de todo, incluyendo la vida, por la economía neoliberal intenta distorsionar esto. En efecto, durante los últimos años, las empresas extractivistas han sembrado una nueva forma de esclavitud, explotación, abuso y control de la vida, apropiándose del territorio. Protestar contra ellas o contra la injusticia, manteniendo nuestros ideales, se ha politizado durante las campañas electorales. O tal vez las elecciones presidenciales son una suerte de espejismo para ver el verdadero rostro del Perú.

Según Marx & Engels (2011) la burguesía aplasta, exprime y esclaviza mediante los medios de producción y el trabajo al proletariado. En efecto, los medios de producción como las propiedades privadas están controladas por la minoría de la burguesía, y la población es la mano de obra de producción, explotados con trabajos forzados. Sin embargo, en el siglo XXI la explotación, esclavización y control de los medios de producción son diferentes, aunque continua la práctica de la “burguesía” y el “proletariado”. Al respecto, Crabtree y Durand (2017) nos ilustran cuando señalan que la riqueza en países con Estados débiles o vulnerables a presiones -internas o externas- está concentrada en pocas manos. Y en un país como el Perú el sistema político y de justicia es débil, tal como se aprecia en el caso Lava Jato–con todos los últimos expresidentes involucrados-, la crisis política 2016-2019 en el que se produjo el cierre del Congreso y la desaparición del Consejo Nacional de la Magistratura. Entonces, las élites continúan controlando hoy la toma de decisiones y manteniendo su dominación política en el tiempo (Crabtree & Duran, 2017).

Este análisis puede simplificarse al apreciar algunos casos reales sucedidos en los últimos años. El Baguazo donde se perdieron 33 vidas es un conflicto por interés económico durante el gobierno aprista, luego de que se promulgaron decretos legislativos con el fin de facilitar la inversión privada en la región amazónica a costa de los pueblos Amazónicos. El incendio de los contenedores de Las Malvinas, donde murieron dos jóvenes que trabajaban encerrados en condiciones laborales inhumanas, es decir, esclavizadas. La protesta de los jóvenes el 14 de noviembre del 2020 en contra del régimen de Manuel Merino, promovido por el grupo de poder, en el que fueron asesinados Inti y Bryan. El paro agrario de Ica y La Libertad 2020-2021 (donde asesinaron a Jorge Muñoz, Reynaldo Reyes Ulloa y K. R. C) en contra de la Ley Chlimper (N° 27360) que beneficiaba a las grandes agroindustrias mientras los trabajadores agrarios eran explotados, no tenían derechos laborales, sus sueldos eran paupérrimos, trabajaban de hasta 17 horas, no tenían acceso al servicio de salud, a seguros ni a bonificaciones en caso de enfermedad.

En relación a lo expuesto, veamos solo una porción de los ricos en el Perú con el fin de entender si hay concentración de la riqueza. Según Forbes (2021)-que reporta a los billonarios de cada país- este año en el Perú hay seis billonarios con una riqueza neta anual de US$ 11, 4000 millones en total. En la gráfica 1 podemos ver que, el total de la riqueza neta anual de este grupo tiende al crecimiento en el periodo que va del año 2015 al 2020. ¿Quiénes figuran en la lista? ¿A qué se dedican? ¿Y qué firmas dirigen? Encontramos a Carlos Rodriguez-Pastor, quien es presidente de Interbank y de Intercorp Perú. El Grupo Intercorp incluye al banco Interbank; el colegio Innova Schools; la universidad UTP; la cadena de hoteles Casa Andina; los supermercados Mass, Plaza Vea y Vivanda; las farmacias Inkafarma; el cine Cineplanet, entre otros. Vito Rodríguez Rodríguez es director de las empresas de Grupo Gloria que, está distribuido en cuatro holdings: Holding Alimentario, Holding Cementero, Maningham Holding y Fondo de Inversiones Diversificadas. Ana María Brescia C. es accionista mayoritaria del Grupo Breca que, posee la minera Minsur (principal productor de estaño del mundo), Minera Raura, Tecnológica de Alimentos (productora de harina de pescado); controla el 90% de BBVA en el Perú; es propietaria de la cadena de Clínica Internacional, Rímac Seguros, el holding Intursa (hoteles Libertador y hotel Westin de Lima). Eduardo Belmont Anderson, dueño y fundador de la empresa de productos de belleza y cosméticos Belcorp que, posee las marcas L’Bel, Ésika o Cyzone y su competencia en el rubro con Yanbal (Unique) es su hermano Juan Fernando. Eduardo Hochschild Beeck, preside el Grupo Hochschild, grupo minero e industrial en Perú que, tiene el control de Hochschild Mining y controla la Universidad de Ingeniería y Tecnología, Instituto de Educación Superior de Tecnología TECSUP y Cementos Pacasmayo, la compañía de cemento más grande del norte del Perú y la más rentable del país. Finalmente, encontramos a Jorge Rodríguez Rodríguez, el hermano de Vito Rodríguez con quien dirige el Grupo Gloria.

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El problema no es cuan rica sea una minoría (burguesía), sino el efecto de la concentración de la riqueza y el control de la producción. En esa línea, Durand (2019) sostiene que la concentración del poder económico por las grandes corporaciones y su correlato en la hiper concentración del poder político desconectado de la población y el debilitamiento de la sociedad civil, son los grandes factores que permiten la captura del Estado. La consecuencia de ello es la inestabilidad y la inviabilidad de la democracia. Es decir, las reglas de juego las determinan los más ricos del Perú y tanto la justicia como la democracia pueden solo funcionar o existir cuando les convenga o no afecte su interés. Entonces, ¿por qué podemos negar de la existencia de la burguesía y el proletariado en el Perú desde la perspectiva marxista?

Por otro lado, para Adam Smith la justicia es fundamental para tener una nación rica. Pero ¿qué puede pasar en un país si no hay justicia? De acuerdo a Del Hierro (2019) Smith plantea que la naturaleza implantó en el corazón humano un sentimiento que lleva a rechazar la injusticia. Esto quiere decir, que va más allá de las leyes establecidas en la sociedad, por lo que la benevolencia no es resultado del egoísmo individual, sino producto de ese sentimiento implantado en el corazón humano. Entonces, con la existencia de la justicia se puede crear un Estado rico con una población con necesidades básicas satisfechas. Caso contrario, un país es inviable e insostenible. Bajo esta perspectiva ¿no debe preocuparnos que una posible presidenta del Perú esté siendo investigada y acusada de delitos de organización criminal, lavado de activos, obstrucción de la justicia y falsa declaración en procedimiento administrativo?

En relación a los candidatos a la presidencia del Perú. Hay una campaña en contra de Pedro Castillo. Los principales medios de comunicación, monopolizados y liderados por el Grupo El Comercio, han intentado apabullarnos con tergiversadas ideas e informaciones desmesuradas de medias verdades. Durante el período de la Guerra Fría, EE.UU. liderado por la CIA, usando el 5% de la riqueza del Plan Marshall, a través del Congreso de la Libertad Cultural, financió a intelectuales como Nabokov, Irving Kristol, Daniel Bell, Hannah Arendt, David Reisman, Henry Kissinger, McCarthy, entre otros. Además, creaban revistas, publicaban obras de los pensadores de su bando, organizaban seminarios, cursos y demás. Todo ello a nombre de la “democracia” y la “libertad”, de lo cual fueron testigos Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Isaiah Berlin… Pero lo cierto es que, EE.UU. estaba haciendo la guerra ideológica para combatir el “comunismo” y el “terrorismo” produciendo realidades falsas (Stonor, 2013), es decir, medias verdades o verdades según su interés. La desinformación a la ciudadanía que usaron en ese periodo sembrando miedo, confundiendo a la población y armando verdades en función a su interés no es diferente a la de los medios de comunicación de nuestro país.

Y esos medios, si discernimos la idea, nos han dicho que si un provinciano gobierna (eso revelan sus expresiones de racismo y discriminación durante las campañas) el Perú se volverá como Venezuela. Y hace poco un grupo de élite privilegiada, encabezada por Mario Vargas Llosa, han pedido votar por Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori. Además, hay diversos economistas del grupo de poder que sostienen de que la constitución del 93 nos ha traído paz y desarrollo económico.

Esto es cierto, pero no del todo ya que la constitución del 93 facilitó el control del Estado por los grupos de poder y además, ha servido de mecanismo para monopolizar diversos sectores de la actividad económica, desprotección de recursos naturales, debilitó el sistema de justicia, concentración de la riqueza, entre otras. Lo cierto es que, la economía tendió al crecimiento del año 1990-2020 (ver gráfica 2). En correlación el Índice de Desarrollo Humano ha mejorado, pasando de 0.61 en 1990 ha 0.78 en 2020. Pero aquí habrá que ver la distribución de la riqueza, la desigualdad, las necesidades básicas insatisfechas en relación a la población en cada año.

Pero para ser más concreto, hasta ahora los pobladores de Achu (El Cenepa), Wayampiak (Bagua), Santiago (Condorcanqui) viajan prácticamente una semana para ir a atenderse en un hospital, para estudiar, comprar productos de primera necesidad o mueren en el camino hacia los hospitales fuera de su región y lo peor es que, no pueden estudiar en una universidad porque no tienen con qué pagar. Cabe precisar que, el PBI no es un indicador que refleja la calidad del bienestar humano, sino en este solo se observa la relación que existe entre el crecimiento económico y la distribución del ingreso (Quezada, 2020). El mismo inventor del PBI Simon Kuznets consideraba que esta medida no determina el bienestar de una nación; sin embargo, el Departamento de Economía de EE.UU. lo utilizaba como una herramienta para medir este aspecto.

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A continuación, en la gráfica 3 observamos que la pobreza se comporta de acuerdo a la dinámica económica. Si crece el PBI real, la pobreza cae, y viceversa. Pero, hay que tener en cuenta que el método de medición de la pobreza es cuestionable. En el Perú la pobreza se mide a través de la línea de pobreza usando el ingreso como indicador. Es decir, de acuerdo a tu ingreso te dicen cuan pobre eres. ¿Y por qué es cuestionable? Porque, entendiendo la pobreza desde enfoques de capacidades y de derechos, parece una interpretación limitada seguir utilizando un indicador monetario, que no contempla otras dimensiones (Algegren, Sanchium & Zorrilla, p. 54). Además, es más probable que este método no refleje la situación de pobreza real en un país diverso, con 55 pueblos indígenas que tienen su propia forma de entender la pobreza, el desarrollo y el bienestar, y con un territorio amazónico-postergado del país en años- que ocupa el 60% aproximadamente del territorio nacional.

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Mariátegui (1928) afirma que los colonizadores se preocuparon casi únicamente de la explotación de oro y plata de los peruanos que encontraron en la sierra. Esta fue la principal razón para que la sierra peruana fuera conquistada a diferencia de la Amazonía donde no fue fácil hallar el tesoro que buscaban. El punto es que, en un modelo económico neoliberal que tiene la misma lógica de los conquistadores, es decir saquear la riqueza del Perú a costa de la vida de los ciudadanos, destruyendo el medio ambiente, asesinando, violando los derechos humanos, entre otros tantos ¿se puede hablar de la calidad de vida, del desarrollo y la justicia? Llama la atención que, en una economía como la peruana - con 70% de la actividad informal que es la base del mercado laboral; con territorios amazónicos fuera del sistema económico; con 55 pueblos indígenas con quienes no se ha consensuado una lectura del desarrollo sino se ha impuesto la postura de desarrollo del occidente; donde se piensa que la minería es la columna vertebral de la economía, cuando esta es la que menos desarrollo ha traído y convirtiéndonos en dependientes de las materias primas; sin tener la innovación ni desarrollo tecnológico para generar el valor agregado, entre otros; y con indicadores cuestionados como el PBI y la medición de la pobreza -, se crea que el modelo económico vigente ha traído paz, desarrollo, democracia fuerte y sólida. O sea, ¿vamos a seguir como en el mito de la caverna de Plantón? Antes de finalizar, Keynes (2003) sostiene que la economía puede ser regulada por el gobierno en respuesta a las fallas del mercado que pueden ser provocadas por el monopolio, fenómenos naturales como el niño costero, incendios, pandemias como el COVID-19, externalidades negativas u otros. Además, esta intervención puede darse en respuesta a las necesidades de la población con el fin de mejorar el bienestar y el desarrollo de una comunidad. Por ello, los programas sociales como Pensión 65, Beca 18, Qali Warma, entre otros, son esenciales. Y partir de ellos, se puede generar empleo para mejorar el ingreso de la población e incentivar la demanda de bienes y servicios. Medidas como esta son aplicadas en diversos países; pero parece que en el Perú, pensar en los demás, en la población, reclamar lo justo, rechazar la corrupción, luchar por el país, entre otros temas adiciones, significa ser comunista. Por cierto, el comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado (Marx & Engels, 2011). Creo que, en pleno siglo XXI esta postura no se puede interpretar como asesinar a los ricos y adueñarse de su riqueza, sino más bien, una forma de reclamar la justicia, igualdad, libertad y hacer democracia con respeto mutuo.

En conclusión, es necesaria la justicia para que una nación como el Perú crezca, sea rica, viable y sostenible. Además, es vital la intervención del gobierno en la economía para evitar o controlar la crisis económica como la generada por el COVID-19. Desde 1990 tenemos crecimiento económico y reducción de la pobreza; pero eso no significa que en la vida real, la población haya mejorado en su nivel de vida, porque los indicadores son netamente economicistas, es decir, si algo no tiene valor del mercado, no es medido por lo que se excluyen muchos otros factores. Asimismo, estos 30 años en el que se vive bajo la constitución política del 93 las instituciones del Estado y la democracia se han precarizado, y con el modelo económico actual que mantiene la lógica colonialista el Perú es el que pierde. Cuando hay captura del Estado, no se respetan las reglas de juego y los grupos de poder explotan, esclavizan y abusan de la población, teniendo controlados los medios de producción, a la larga puede haber una lucha de clases desde la mirada de Marx y Engels. Por cierto, ¿de qué modelo se habla? ¿De todo esto? A votar con memoria y sin miedo.

Bibliografía:

Crabtree, J., & Durand, F. (2017). Perú: Élites del poder y captura política. Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú. http://hdl.handle.net/11354/2674

Durand, F. (2019). La captura del Estado en América Latina. Reflexiones teóricas. PUCP.

Del Hierro, P. (2019). La invisible mano invisible de Adam Smith. Revista de Economía Institucional, 21 (40), 143-161. https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/ecoins/article/view/5732/7125

Elgegren, J., Sanchium, T., & Zorrila, L. (2020). Análisis crítico de la medición de pobreza en el Perú. Martínez-Martínez, O. & Coutiño, B. (Eds.). Policy Brief. Métodos de la medición de la pobreza en Latinoamérica y sus retos (pp. 53–60). Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina. Disponible en: https://www.ausjal.org/policy-brief-2020-elaborado-por-la-red-de-desigualdad-y-pobreza-de-ausjal-2/

Forbes (2021). Los más ricos en 2021. https://www.forbes.com/billionaires/

Keynes, J. M. (2003). Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero (E. Hornedo, Trad.). FCE. (Obra original publicado en 1936).

Marx & Engels (2011). Manifiesto del Partido Comunista (Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx, trad.). México: Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx. (Obra original publicada en 1848).

Mariátegui, J. C. (1928). 7 ensayos de la interpretación de la realidad peruana. Orbis Ventures.

Quezada, A. (2020, febrero). Inequidad y el PBI. El Telégrafo. https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/15/inequidad-pib

Stonor (2013). La CIA y la guerra fría cultural (R. Fontes, trad.). Debate. (Obra original publicado en 1999).