Entrevista

Eduardo Ballón: “Hay un acuerdo por la impunidad impulsado por el fujimorismo y por Perú Libre”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Eduardo Ballón: “Hay un acuerdo por la impunidad impulsado por el fujimorismo y por Perú Libre”

La forma como el Congreso de la República eligió a seis miembros del Tribunal Constitucional y las coincidencias en votos para frenar el trabajo de la Sunedu e impedir la enseñanza con enfoque de género en las escuelas, ponen en evidencia un pacto entre bancadas de izquierda y derecha. Este pacto no solo se limita a promover una agenda conservadora y de contrareforma sino además busca defender los intereses de algunos grupos de poder y de los líderes de algunos partidos políticos. Para analizar este tema, Noticias SER entrevistó a Eduardo Ballón, antropólogo, analista político e investigador de DESCO.

¿Qué explica la votación que ha permitido la renovación casi total de los miembros del Tribunal Constitucional?

Creo que en el fondo hay un acuerdo por la impunidad impulsado por el fujimorismo y por Perú libre, con la complicidad y simpatía de la mayoría de fuerzas políticas en el Congreso de la República.

Estas coincidencias en la votación en el nombramiento de los magistrados del Tribunal Constitucional y lo que hemos visto respecto a la Sunedu ¿implican que ya no habrá más censura de ministros?

No. Digamos que ambas cosas van por carriles separados. Me da la impresión que entre Perú Libre y los distintos sectores de derecha en el Congreso, hay algunos acuerdos básicos. En primer lugar, tiene que ver con una cantidad de negocios opacos que están vinculados al transporte público, a la minería informal e ilegal, a la tala ilegal de madera, para señalar tres de los rubros, en donde tienen acuerdos. En segundo término, hay una coincidencia en una agenda ultra conservadora que se ha expresado en la votación sobre la participación de los padres de familia en la educación. Y, en tercer lugar, hay un acuerdo alrededor de la impunidad que buscan para los distintos juicios que enfrentan. Entonces, esas tres canchas son relativamente móviles, aunque previsibles. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con el tema censura o no de distintos ministros, porque al final los congresistas de derecha juegan a la fiscalización contra un gobierno corrupto y, el supuesto gobierno corrupto e ineficiente, juega al cambio y al enfrentamiento con el modelo neoliberal, cuando es claro que ni unos ni otros están haciendo lo que dicen que están haciendo.

Pero, ¿se puede decir que estamos entrando a una suerte de cohabitación y superconvivencia entre fuerzas políticas contrarias?

Yo tengo la impresión que estamos en una lógica de convivencia hace un rato, aunque cada una de esas dos fuerzas tienen la expectativa y la pretensión de liquidar a la otra. Eso, por ejemplo, tiene que ver con el juego de las censuras a los ministros, y eso tiene que ver, también, con el juego de tratar de movilizar a la gente en regiones,realizando los Consejos de Ministros Descentralizados o proponiendo la Asamblea Constituyente.

En este contexto ¿cómo interpretar la renuncia de 10 integrantes de la bancada de Perú Libre?

Las diferencias en la bancada de Perú Libre venían desde tiempo atrás y me da la impresión, que deciden irse porque tenían diferencias con el estilo y manejo de la bancada y, que esto no guarda relación directa con la votación del Tribunal Constitucional. Varios de esos congresistas renunciantes han votado a favor de los magistrados electos.

Hay denuncias sobre la poca transparencia en la elección de los miembros del Tribunal Constitucional y también es notorio el pacto entre bancadas ¿podríamos esperar alguna enmienda del Congreso para retrotraer su proceder?

A estas alturas, mi sensación es que no hay posibilidades de retroceso, rectificación o propósito de enmienda en los actores políticos. Ahora, depende fundamentalmente de la capacidad de reacción que haya en la calle.

Pero, ¿qué está pasando con la reacción de la ciudadanía, parece adormecida en estos momentos?

Primero, tenemos una ciudadanía cansada agotada y malhumorada, porque la pandemia la deja exhausta, porque desde antes de la pandemia su debilidad y fragmentación era notoria. Esta malhumorada porque no ve salida y es claro que en el corto plazo no hay salida, porque el reparto que produjo la elección del 2021 no va a cambiar en el corto plazo. Si uno piensa en el horizonte de octubre, en las elecciones en el territorio, uno se encuentra con personajes similares a los que estamos viendo en el Congreso, porque uno ve en regiones cerca de 100 aspirantes a gobernadores regionales que han sido congresistas de los últimos tres períodos. La debilidad de la propia sociedad no facilita la posibilidad de articulación en el corto plazo y esto la hace más peligrosa porque cuando no hay articulación, los malestares y los mal humores terminan en estallidos.

Con este Congreso ¿estamos camino al desplome del sistema democrático?

En el sentido estricto estamos asistiendo al desplome paulatino de nuestro sistema democrático, desplome que viene desde tiempo atrás y que se acelera por el estilo y la manera de hacer política del Ejecutivo y del Congreso de la República.

¿Hacia dónde estamos yendo como país? ¿Parece que no hay una salida clara?

Seguimos caminando en el deterioro. La gente está preocupada por el deterioro, pero en su vida diaria está más preocupada por el alza de los precios, por la carencia de algunos productos, que es lo que la afecta de manera inmediata. Pero el mal humor con la política y con una democracia cada vez más vacía de contenido, va a seguir creciendo y ese malestar se va a ir expresando de manera más notoria conforme pasen los días y las semanas.