Opinión

Dragones y lagartos

Por Víctor Caballero Martin

Sociólogo

Dragones y lagartosFoto: Twitter Fuerza Popular

Nunca pensé que en la derecha peruana hubiese alguien más radical, iracundo, intransigente y acalorado que Fernando Rospigliosi. El “Rospi”, como lo llaman sus amigos, ha escrito iracundos artículos, ha declarado enfurecido contra el chavismo – comunismo, y tiene una guerra abierta contra todos aquellos que piensen distinto a él. Derrotada Keiko Fujimori y la coalición de la ultraderecha que la apañó, pensé que iba a entrar en un breve periodo de reflexión para volver a la carga, renovado y con más intemperancia que antes. Nadie le gana al Rospi, pensé. Me equivoqué.

Parece que los días de las Fiestas Patrias y el inevitable cambio de gobierno, así como la asunción del mando de Pedro Castillo, llena de simbolismos que han causado demasiado escozor, ha surtido efecto y el “Rospi” se ha puesto más reflexivo - dentro de sus parámetros, claro está -. Mala decisión porque le ha salido un rival de polendas, mucho más radical y avezado, se trata de Oscar Sumar, articulista de la página Lampadia.

¿En qué se diferencia el “Rospi” de Sumar? En la táctica de cómo derrocar a Pedro Castillo. “Rospi” es moderado; Sumar es radical como pueden apreciar en los siguientes artículos:

“Someterse o pelear”, escribe Fernando Rospigliosi en un artículo publicado en Expreso. Muy reflexivo él, recomienda que no hay que apresurarse en pedir ahora la vacancia de Pedro Castillo; que aún no es el momento porque: “No es fácil, naturalmente. No se trata de ir a ciegas a un enfrentamiento estéril. Y en el Congreso no hay una mayoría firme y combativa, ni mucho menos. Hay que hilar fino con una perspectiva clara.” (1). Seguramente debe recordar la táctica leninista de “las condiciones objetivas” y de la “situación revolucionaria”. Total, Rospigliosi fue un aplicado comunista, fervoroso militante y aplicado alumno de las tácticas para la insurrección armada. Algo de eso debe recordar ahora, en estas horas aciagas para él

Por su parte Oscar Sumar escribe en Lampadia lo siguiente: “¿Es conveniente vacar a Castillo ahora? Cada día que pase, será más difícil”. (2). En una velada crítica a Rospigliosi sostiene: “Han salido voces “moderadas” a decir que se debería dar la confianza al gabinete Bellido y no vacar a Castillo aún. “Reflexionar y ser estratégicos”. No comparto esta visión. Creo que es un grave error darle aire al dúo dinámico, el cual aprovechará estos meses para fortalecerse copando instituciones, acumular recursos y comprar prensa y favores políticos. Cada día que pase, será más difícil sacarlos”

Muy acucioso Sumar descubre que Perú Libre no se ha preparado “para gobernar” sino para “tomar el poder”; más aún, recomienda que la confrontación para vacarlo se de ahora; nada de demoras ni de reparos. Él considera que la resolución de esta confrontación está en manos del Congreso y por eso considera que: “más allá de los buenos deseos, el Congreso no tiene ni puede tener una estrategia de largo plazo para hacerle frente a esto. Solo podemos esperar que actúen con liderazgo decidido, de forma certera, rápida, yendo al “todo por el todo”, negando la confianza y vacando a Castillo. “Negociar”, “colaborar”, “reflexionar” solo nos llevará a caer cual corderos en las fauces del dúo dinámico y el eje bolivariano”.

Así están. Desesperados y esperanzados. Desesperados porque su táctica de impedir que Pedro Castillo juramente el 28 de Julio, fracasó. Ahora buscan otra táctica, pero no se ponen de acuerdo entre ellos. Hace unas semanas en uno de los mítines, Alfredo Barnechea (Alfredito, para sus amigos) pidió un gobierno cívico – militar de inmediato para hacer el golpe militar, pero, a continuación, tomó su avión y se fue a Madrid, bueno, zonzo no es, alguien tiene que hacerle el trabajo de la insurrección para luego venir a tomar el gobierno.

Peor aún, el almirante retirado y congresista por Renovación Popular, Jorge Montoya estaba muy esperanzado de ser elegido presidente del Congreso, y, con la táctica de impedir la juramentación de Pedro Castillo, asumir él, en calidad de presidente del Congreso. También fracasó. Y no cuento el fracaso de la “misión a la OEA” y la “misión a Madrid”.

Ahora no saben qué hacer, intentan de todo: caravanas de lujosos carros en la ruta de La Molina – Miraflores – Surco hacia el Campo de Marte. Y nada, no logran nada. Desde tribunas ocasionales, oradores trasnochados lanzan feroces invectivas, y nada; no logran salir del círculo vicioso en la que se han encerrado.

Si algo han perdido Rospigliosi, Sumar, Barnechea y otros, es el sentido de la realidad. El país y los ciudadanos ya eligieron su gobierno y a sus representantes en el Congreso. De aquí en adelante, al gobierno se le juzgará por la gestión del presidente y sus ministros, y al Congreso se le juzgará por la calidad de las leyes en beneficio del pueblo que representan, y por el fortalecimiento del equilibrio democrático entre el Ejecutivo y Legislativo. Los cambios políticos en democracia son bienvenidos siempre que respondan a los intereses ciudadanos, y que surjan del consenso entre los partidos, las organizaciones sociales y políticos.

Ya no es hora de los dragones y lagartos. Los primeros solo existen en la imaginación y los segundos están confinados en los ríos cenagosos.

Lima, 02 de agosto de 2021

(1) El artículo de Rospigliosi se puede leer en: https://www.lampadia.com/opiniones/fernando-rospigliosi/someterse-o-pelear/?fbclid=IwAR2E5CW4q5Ne0rTs501tkaAkdRUgJMvseqyWNBmylknIPXPiYeo-Y7xF6UE.

(2) El artículo de Oscar Sumar se puede leer en: https://www.lampadia.com/analisis/politica/es-conveniente-vacar-a-castillo-ahora?utm_source=mailing+02082021a&utm_medium=email