Opinión

Después del voto de confianza hay un país que espera

Por Carlos Reyna

Sociólogo

Después del voto de confianza hay un país que esperaFoto: DW

Pareciera que el gobierno podrá pasar la valla de la aprobación al Gabinete por parte del Congreso. Hay señales de que los votos de Acción Popular (16) y por lo menos una parte de la bancada de Alianza para el Progreso (por lo menos 8 de 15) se añadirían a las de Perú Libre (37), Juntos por el Perú (5) y Somos Perú (6) y sumarían más de 70 votos, con lo cual obtendría la confianza.

Los congresistas del Partido Morado (3), que al comienzo parecía un aliado firme para el gobierno, ha marcado distancia para esa votación precisamente porque no le gusta el premier Guido Bellido. A su vez, el vocero de la bancada del Partido Podemos (5), Carlos Anderson, ha dicho que no le daría la confianza al gabinete. Pero ambas podrían optar por la abstención y no por el rechazo. Aún así, el oficialismo podría obtener la confianza con los votos que ya tendría.

Los que sí aparecen muy duros son los grupos de Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. Este último, cada vez más radicalizado hacia la extrema derecha y distanciado de la derecha moderada y dialogante que su supuesto líder, Hernando de Soto, siempre ha querido encarnar. Los tres grupos suman 43 votos, y, si Podemos se les sumara, solo llegarían a 48.

Logro de la pequeña política

Esta mejora de las posibilidades de pasar esta primera valla pareciera ser el resultado de varias cosas. Una de ellas ha sido el retiro de Héctor Béjar de la Cancillería. Un acto claramente desleal por parte de la dupla Castillo – Bellido, seguramente con la idea de que así mejorarían su chance de obtener los votos de una parte de los opositores y de que sus relaciones con la Marina de Guerra, que ha sido muy ruda con el gobierno, también mejorarían.

Pero también debe haber influido el anuncio del premier Bellido de que se formará una comisión de rectores para formular soluciones a los problemas universitarios. Esto podría debilitar el rol de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (SUNEDU), entidad que disgusta a los jefes de APP y de Podemos porque son dueños de universidades fiscalizadas precisamente por ella. Proteger a sus centros de estudio bien valdría conceder una confianza. Y para obtenerla, el gobierno bien podría quitarle poder a la institución que fiscaliza a sus universidades.

Y si el gobierno quisiera asegurar más ese voto de confianza, todavía podría retirar a uno o más ministros cuestionados y reemplazarlos por otros más cercano al gusto de esos políticos. En lo poco que lleva en funciones, este gobierno ha mostrado que tiene una noción bastante elástica y flexible de lo que es o no es transable.

Más allá del voto de confianza

Una segunda valla que debe encarar el gobierno de Castillo es el de la situación económica. El dólar todavía está con un tipo de cambio alto. No se sabe si se podrá controlar la subida inflacionaria ni en cuanto tiempo lo podría lograr. Los mayores ingresos por el precio de los minerales pueden ayudar a financiar el mayor gasto social que ha anunciado el gobierno. Pero no necesariamente servirá para revertir la subida del tipo de cambio o la inflación. Esta tarea va a necesitar lo mejor del desempeño en el MEF, pero sobre todo más acople de equipo con el Premier y el Presidente para que remonten la ola sin caerse de la tabla.

La pandemia vuelve

Un tercer problema, más complicado y complejo, es el control y superación, con el menor costo humano posible, de la nueva fase creciente de la pandemia. Resulta inquietante constatar que, teniendo ya casi 18 meses de este mal, los hospitales aun sigan con cifras de camas UCI, de plantas de oxígeno y de personal intensivista que están, en promedio, por la mitad de lo que el Perú necesita para el nuevo auge del virus. A ello se suma la duda sobre cuánto podremos avanzar en la vacunación antes que el punto más alto de esta nueva ola pandémica caiga sobre nosotros.

También está el asunto de cómo nos vamos a ir adaptando a la vida laboral, educativa y la atención de la salud en pandemia y en la post pandemia. Lo del retorno a las clases presenciales en escuelas y colegios, así sea gradual pero impostergable, es parte de esto. ¿Qué objetivos, programación de metas, planes y presupuestos tiene el gobierno sobre esto? ¿Qué rol tiene el ministerio de Relaciones Exteriores, además del de Salud y Economía? Esta pregunta es porque este no es un asunto solo nacional.

Calentamiento global cada vez más grave

Allí no acaban los problemas de fondo para el Perú hoy en día. El otro gran problema es el de la gravedad que va alcanzando el calentamiento global según lo reportado hace pocos días por el panel de expertos de la ONU. El Perú sufrirá el agravamiento de la escasez de agua, su actividad pesquera será afectada por el calentamiento del mar, también la agricultura familiar, o la producción de electricidad de fuente hídrica. Además tiene que cumplir compromisos de deforestación cero para 2021, de reducción del uso de combustibles fósiles y en el proceso de transición hacia la energía solar y eólica. ¿Qué planes, presupuesto, y metas tiene el gobierno? ¿Qué rol tendrán los diversos sectores, se supone liderados por el Ministerio de Ambiente? ¿Y Relaciones Exteriores? Porque este también es un asunto global.

La tarea del Presidente.

Por lo tanto, de cara a las grandes responsabilidades del gobierno, lo del pedido de confianza al Congreso es apenas un episodio que podría superar con las tácticas de la pequeña política. Pero estas no le servirán para esas otras responsabilidades.

La oposición más dura a Castillo quiere derribarlo ya sea negándole la confianza, boicoteando su gestión de gobierno o imputándole incapacidad moral para vacarlo. Lo que pretenden ocultar es que este Presidente es el resultado precisamente del rechazo de los peruanos a la miseria política y moral de los opositores de ahora, que fueron justamente los derrotados de la última elección. De hecho la mayoría de peruanos no los sigue, pese a todo su barullo.

Por eso, hoy la verdadera tarea del Presidente no es derrotarlos. Es enfocarse en los temas cruciales como los que se han mencionado. Para eso, cualquiera que sea el resultado del pedido del voto de confianza, se debe recomponer el gabinete a la brevedad posible. El que existe ahora se conformó con mucho apresuramiento y siguiendo criterios diferentes a la capacidad de gestión.

Pedro Castillo necesita cuanto antes un premier y un gabinete con capacidad de liderazgo, formación democrática, lealtad de equipo y con conocimiento previo de los asuntos que deberán gestionar. Si el Presidente no se percata de esta necesidad, las circunstancias le pasarán una factura que no se pagará con soles, sino con su legitimidad de gobernante y con la duración de su mandato.