Opinión

Democracia fantoche y bastarda

Por Pablo Najarro Carnero

Teólogo y docente

Democracia fantoche y bastardaFoto: Congreso de la República

Vaya historia que vivimos los peruanos que nos gusta la política. Votamos por un candidato porque no había otra. Era él o la inculpada.

Lo que nos da placebo al alma es ver que la oposición, también está en nada. Pero igual, la sensación es fea. Mi colega “el profe” no da puntada ni hilo. La cooptación de Cerrón fue total. Lo encimó. De la boca para afuera decía Castillo que aquel no sería ni portero. No fue portero, pero termino siendo el premier en la sombra.

Digo que nuestra democracia es fantoche. Terminó siendo un mal remedo de lo que es democracia. La decíamos fallida. La decíamos de papel. Nada ni por asomo. Es fantoche. Es un mal remedo de lo que puede ser una democracia. En el Ejecutivo un incapaz y también fantoche. En la avenida Abancay, la DBA en pleno. Escuchando a las congresistas Chirinos y Alva hablando del presidente, solo queda decir: ¡Boquitas de caramelo! El congreso es fantoche. El judicial no pierde el paso. Y si miramos al nuevo Tribunal Constitucional es el summun de la fantochería. Con miembros que servirán a la inculpada y con proceso iniciado. Como vemos, todos los círculos de terror de nuestro propio infierno dantesco se cierran.

Y también digo bastarda porque creo que nadie se siente representada por ella. Los de la DBA quizá la sientan en su reducto de Abancay, como el último bastión a defender del supuesto “comunismo” que solo ellos ven. Al menos lograron que no estatice nada. Plop.

La izquierda, que sumó por Castillo no siente suyo el poder político que ocupa el Palacio de Pizarro. Ni el mismo partido de Cerrón lo siente ya suyo. Un Ejecutivo sin poder no entusiasma a nadie.

Los pocos demócratas que quedan en el Perú no tienen el poder para ser referentes de esperanza. Me recuerda a Star Wars. El imperio es poderoso. Los pocos jedi que quedan o el último, están escondidos. Vivimos el episodio IV, “La nueva esperanza” y se nos cayó rápido. “La resistencia” de Star Wars está en manos del imperio. La poca izquierda que hay no suma, solo opina pero sin poder.

Entramos a una anomia social por el desencanto. Frase ilustrada por Basadre: “Quiénes caen en la amargura, en el pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún una posibilidad. Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también felizmente, posibilidad”. Van a ser cien años de “Perú, problema y posibilidad” (1931) y hasta ahora sigue siendo posibilidad. El desencanto. Luchamos tanto y seguimos, pero viendo como Castillo y Cerrón enlodaron a la izquierda, siento que el panorama de la izquierda en la vida democrática se está diluyendo a paso forzado. Peor aún, no creo que en las elecciones próximas, algún partido de izquierda y menos Perú Libre saquen siquiera para el té.

A dios gracias, tampoco Acción Popular cuya ala dura se inclinó por el desastre antidemocrático. Los “Niños” por el ala de interés regional y cayeron en el oprobio de su mismo partido. Algo de razón tiene el General Chiabra, aunque se la salió una fobia antiprovinciana, al parecer ya olvidó que quienes combatieron a sus órdenes en el Cenepa eran en su mayoría provincianos.

¿Hay luz al final del túnel?