Informe

COVID-19: el avance de la tercera dosis en San Martín

Por Niel O. Macedo Muñoz
COVID-19: el avance de la tercera dosis en San MartínFoto: OGESS ALTO MAYO

Durante los últimos meses en San Martín se mantiene un bajo ritmo de vacunación de la tercera dosis contra la COVID-19, lo que posiciona a la región por debajo del promedio nacional; entre las probables causas de esta situación se encuentran la flexibilización en el control de las medidas sanitarias, la ineficiencia de las estrategias de vacunación, y la percepción de la población de que la pandemia ya no es una amenaza.

Antecedentes

En noviembre del año pasado ante el eminente inicio de la tercera ola en el Perú por la llegada de la variante ómicron, el Ministerio de Salud (MINSA) autorizó el adelanto del plazo de la aplicación de la tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19 para la población vulnerable, lo mismo hizo en diciembre para la población mayor de 18 años.

Las noticias sobre el número de hospitalizados y fallecidos producto de la tercera ola en el país, motivó, en parte, a las personas a acudir a los vacunatorios para recibir la dosis de refuerzo. En San Martín, a mediados de enero del presente año, las autoridades de salud informaron que más de 40 pacientes se encontraban hospitalizados y 7 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), de los cuales el 80% no tenía la segunda dosis.

El 21 de enero la Dirección Regional de Salud (DIRESA) San Martín notificó que 215 049 pobladores no habían recibido la segunda dosis, una cifra preocupante que sin duda repercutiría en el avance de la dosis de refuerzo en la región para los meses siguientes.

La tercera dosis en San Martín

El 1 de febrero la DIRESA San Martín informó que el nivel de cobertura de la tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19 se encontraba en un 25.8%, un porcentaje que ya situaba a la región por debajo del promedio nacional, debido a que los sanmartinenses recién acudían por su segunda dosis y no estaban habilitados para recibir la de refuerzo.

Siguiendo la información oficial de las autoridades regionales de San Martín, el 3 de marzo el nivel de cobertura de la tercera dosis llegó al 33.6%, lo que reflejaba un avance lento del 8%; aunque cabe destacar que este era un problema que enfrentaban todas las regiones. Según cifras presentadas por la Defensoría del Pueblo, el retroceso en la inoculación contra la COVID-19 a nivel nacional ha presentado un descenso de las dosis aplicadas desde enero; en marzo se estimó que se dejaron de aplicar 133 351 dosis por día, lo que representa 35% menos respecto a febrero.

Para el 7 abril la DIRESA San Martín informó que el nivel de cobertura alcanzaba un 41.8%; manteniendo así un 8% de avance por mes; esto a pesar de que el MINSA dispusiera, como respuesta al bajo ritmo de vacunación, desde el 1 de abril la obligatoriedad a las personas mayores de 18 años de tener tres dosis para ingresar a lugares públicos.

A la fecha, según el MINSA el promedio nacional de la tercera dosis en el país es del 54.5% por lo que San Martín al ritmo de su avance reportado seguiría por debajo de esta cifra.

Causas

De acuerdo a especialistas en salud pública, como el ex ministro Óscar Ugarte, una de las principales causas de la desaceleración en la inmunización contra la COVID-19 es la flexibilización en el control de las medidas sanitarias, función que compete a las autoridades de todos los niveles; dar autorización a eventos masivos sin el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, no llevar el adecuado control de ingreso de personas con tres dosis a establecimientos públicos, son situaciones comunes de ver en San Martín.

Así mismo, es visible el fracaso de la estrategia que buscó reemplazar a las instituciones educativas como puntos de vacunación por establecimientos alejados de la ciudad, como ocurre en la ciudad de Moyobamba al elegir un club deportivo y su estadio, observándose la poca confluencia de personas.

Finalmente, menciona Ugarte que la percepción de la población de que la pandemia ya no mata si se tiene puesta dos dosis de las vacunas se debe a la mala conducción del mensaje por parte del MINSA que desde hace unos meses repite que al tener al 74% población objetivo con dos vacunas sería suficiente para controlar la pandemia.