Opinión

Buscando culpables

Por Pablo Najarro Carnero

Teólogo y docente

Buscando culpablesFoto: Congreso de la República

¡A lo que llegamos! … entre la barbarie y la normopatía . Dos posiciones antagónicas.

Por un lado, dos posiciones que protestan ante la coyuntura. La primera, entendiendo que luego de la caída de Castillo debe irse el Congreso. Promoviendo protestas que se extienden por todo el Perú. La segunda, más radical, optando por golpear a toda institución estatal, de manera violenta. Quizá haya infiltrados no izquierdistas, no sé.

Por otro lado, también dos posiciones. Aquella que entiende que el repudio al Congreso que las encuestas recogen no es real, y que ellos deben quedarse. Aceptan a medias que tienen que irse y desde hace días retardan el anuncio de convocar a nuevas elecciones. Deben hacerlo ya, pero, quieren retrasar para el otro año el anuncio y alargar su presencia en plaza Bolívar. También tiene su ala dura y radical, que asocia la protesta a la presencia de la risible manida razón de la presencia de Sendero Luminoso y el comunismo y que exige, en todos los medios y tonos posibles, una acción dura. La presidenta los escuchó y sacó a las Fuerzas Armadas. Ya hay muertos. Ella impasible.

La gente limeña cree a pie juntillas la propuesta ruda del congreso en sus voces radicales. Claro, tiene a su favor la prensa adicta, cuyos dueños y amigos son ellos mismos. Lo sé por mis amigos de redes limeños. Muy hábiles los susodichos medios. Han asociado protesta con violencia. Y, por lo que vemos una protesta justa pasa a violenta, cuando desde las fuerzas del orden llegan agresiones de quienes están detrás de ellos, al parecer grupos adictos al Congreso. Muchos de ellos pertenecientes a “La resistencia”.

Es obvio que detrás de todo el accionar para minimizar la protesta, está la vieja escuela de Montesinos. Todas las contramedidas se utilizan. Los infiltrados que actúan aparentemente a favor de la protesta y en su momento accionan violentamente contra las fuerzas del orden. Ya se utilizan desde el gobierno de Alan García. Otra que no falla, aprovechando la tecnología, es utilizar los llamados fake news. Inundan las redes de facebook, instagram e incluso el whatsapp. Allí están detrás de un alias.

¿Dónde comenzó todo? El comienzo próximo está la imperfecta forma de elegir congresistas y autoridades políticas. Las normas del JNE – propuestas desde congresos anteriores adictos al stablishment – están hechas a la medida de los grupos de poder económico. No hay un organismo de control social para tamizar quienes serán los padres de la patria, y eso llevó a que lleguen gente sin capacidad política y menos técnica. Muchos fueron presa de los dueños del partido, así se alinearon y alienaron al partido franquicia.

Bajo este último principio, llegó a la presidencia una persona sin experticia política y técnica. Bajo el paraguas falso de la izquierda. Si miramos en el Congreso, es lo mismo.

Se presenta un nuevo desafío y también propuesta. Cambiar el modelo de elecciones para el futuro. Desde este congreso que no quiere los cambios no sucederá y en la próxima elección tendremos que votar con las mismas reglas. Quizá por ello, habrá que aprender a votar más allá de la propaganda inmediata que nos ofrecen los candidatos.

Las propuestas de Coalición Ciudadana son una solución bastante acorde al momento.