Opinión

2021, según el cristal con que lo mires

Por Carlos Reyna

Sociólogo

2021, según el cristal con que lo miresCade

En el año 1977 Rubén Blades y Willie Colón lanzaron “Según el color” una de sus salsas de culto. Su título y letra giran en torno al popular dicho que es una línea tomada de un poema del español Ramón de Campoamor.

Cada cual ve la vida según como le está yendo en ella. Ese es el sentido simple de la frase. Hay en ella un poco de sabiduría y un poco de melancolía. Pero el talento de Blades y Colón la convirtió en motivo para una de sus mejores piezas. Y su irresistible ritmo hizo que se bailara sin ninguna melancolía.

Y aquí estamos los peruanos comenzando 2021, mirando hacia los próximos 365 días con sensaciones diferentes según como vivimos el 2020 y según como intuimos que nos irá en los meses que vienen.

Todo es según el color

Una parte grande del país, la clase media, mira sabe Dios cuántos meses más de encierro, de estar prendido a las noticias sobre la vacuna, de rogar que no se contagie nadie en la familia, ni perder el empleo o el negocio mediano o pequeño, ni que llegue la nueva cepa del virus, y si llega, poder evadirla, y no enfermarse de nada diferente. Nada que celebrar, solo mantener la sonrisa para los seres queridos y apretar los dientes cuando estas solo.

Otra parte aún más grande, la de los pobres y empobrecidos, mira otro año más de seguir tomando -ya sin pensar- el riesgo del contagio, saliendo a trabajar fuera de casa porque no le queda otra, sin ganas de saber nada de cómo va la vacuna porque además dicen que es un engaño y que mata, encomendándose para no ser atrapado por el virus, y si le ocurriera, no morirse. Y, de morirse, no sufrir ni hacer sufrir mucho a los tuyos.

...del cristal con que lo mires

Y la otra parte de nuestros paisanos, la más pequeña, esa que un poeta peruano llama la bacanería, mira este incipiente año con un ánimo decididamente optimista, incluso marcadamente celebratorio. Uno diría que ya se sienten vacunados, así no exista todavía ningún cronograma para ello en ninguna parte. Tienen razones para ese ánimo. Primero, porque alguna forma tendrán para acceder, este año, a la vacuna por vías privadas, así cueste caro. Segundo, porque tienen lo mejor de las barreras de protección.

Y tercero, porque la información económica, que suelen devorar, muestra que los negocios siguen una tendencia ascendente. Así están yendo los precios de los minerales, las acciones en la Bolsa de Lima, el crédito del sector bancario. Incluso la rentabilidad de los fondos en las AFP y los pronósticos de corto plazo para las empresas agroexportadoras.

O sea que era pura falsedad la alarma de que estos últimos iban a quebrar por los retiros de los fondos de pensiones, o por el reconocimiento de derechos laborales a los trabajadores de los fundos agroexportadores. Pero si sirvió para que, en la nueva ley de régimen agrario, las agroexportadoras siguieran con privilegios tributarios.

Política fea, economía regia

Así que esta parte del país anda celebrando porque es la que maneja la economía. Este segmento del Perú llegó al final del año 2020 convencido de que todo el drama nacional vivido durante la pandemia se debe a dos factores externos a la economía, la cual, bajo su control, estaría funcionando de maravilla. Esos dos factores serían la pandemia misma y la precariedad política.

Así lo dice, con todas sus letras, la presidenta de la Bolsa de Valores de Lima, Claudia Cooper, a la revista Semana Económica, en su última edición de diciembre pasado: “Lo que estaba mal no era el tema económico sino el tema político que sustentaba ese modelo económico”. Tanto le preocupa lo mal que está la política que hizo este llamado a sus colegas empresarios: “Necesitamos darle a la política el sitio que necesita tener, necesitamos hacer política”.

Mala memoria de la señora Cooper. No recuerda que los modelos económico y político del Perú se corresponden uno al otro. Tanto que han sido obra de los mismos personajes: los señores Fujimori, Hurtado Miller, Boloña y Yoshiyama. Tampoco recuerda que la miseria de nuestros sistemas de salud y educativo han sido resultado de decisiones de los sucesivos gobiernos que nunca tocaron el modelo económico y decidieron ahorrar en esos sistemas para poder otorgar privilegios tributarios a sectores como minería, telecomunicaciones, agro exportación y otros.

Tampoco, que ella misma ha sido corresponsable de esas decisiones cuando fue Viceministra y luego Ministra de Economía y Finanzas en el gobierno de PPK. Luego pasó a su cargo en la Bolsa de Valores. Puertas giratorias, le dicen.

Y finalmente, debería recordar que ese fue precisamente el gobierno más copado por representantes directos del mundillo empresarial. Una fue la banquera Susana de la Puente, la jefa de campaña de PPK. Ganaron el gobierno y ya sabemos el fiasco que resultó, el mismo que se prolongó hasta su sucesor Vizcarra.

CADE 58

Así las cosas, la bacanería será dueña del primer evento político del año: El CADE 2021, o Conferencia Anual de Ejecutivos. Y como una cosa es sentirse vacunado y otra estar realmente vacunado, por ello esta vez el evento será virtual.

La primera parte de este CADE será a mediados de enero. Allí los empresarios, en varios paneles, y acompañados como siempre, por académicos invitados, formularán sus preocupaciones y compromisos, como en las 57 ediciones anteriores, con temas como la salud, la educación, la democracia, la ética, el desarrollo y otros.

Cada vez que el país ha vivido circunstancias excepcionalmente críticas, los CADE manifestaban sus compromisos de modo más solemne y rotundo. Pero luego todo siempre ha vuelto a la normalidad, y cada gremio empresarial retornaba a defender con uñas y dientes la mayor cantidad posible de privilegios corporativos.

Nada hace pensar que esta vez será distinto. Ahora el título es “Un Nuevo Comienzo, hagámoslo diferente. Un Perú de Oportunidades para Todos”. Y algunos temas de los paneles son: “Vacuna para todos”, “El Sistema de Salud que el Perú se Merece”, “Liderazgo Empresarial Consciente” y otros así de altruistas.

Las verdaderas pulsiones de CADE y sus gremios

Pero los mayores temores y preocupaciones de la esfera empresarial no parecen ser la integración social y nacional, la salud pública, el desarrollo o los otros temas de los paneles de CADE. Su gran preocupación es lo que ellos perciben como un posible intervencionismo estatal o un mayor sesgo regulatorio.

Como si a lo largo de la pandemia no se hubieran evidenciado la miseria y la precariedad de la salud y la educación públicas, los abusos con los precios de las clínicas privadas, de los seguros, laboratorios y productores de oxígeno. O no se hubiera constatado la subestimación de la pobreza, y los grandes límites de la fiscalización laboral vista en el caso de los trabajadores agrícolas.

Hace muy poco además, dos organismos reguladores han tomado medidas que revelan en qué medida sus criterios son influidos por empresas que ellos deberían controlar. Indecopi ha resuelto que Uber no es un servicio de taxis sino una empresa de tecnología. Y Osinergmin ha aprobado que si las empresas del sector energía y minas reconocen que transgredieron normas, por ese simple reconocimiento, se les descontará el 50 % de la multa prevista para el caso.

Siendo así de débiles el Estado y su rol regulador actual, los promotores de CADE y los gremios empresariales quieren que continúen iguales o más débiles y que sean aún mayores la desregulación y la libertad de mercado. Liderazgo empresarial consciente ¿verdad?

CADE electoral

La segunda parte del CADE será a mediados de febrero. Como en cada año donde hay elecciones generales, ahora volverá a ser el primer evento donde se presentarán los cuatro principales candidatos presidenciales. El criterio será el lugar que estén ocupando en las encuestas de opinión hasta unas semanas antes. Así, el CADE será el primer jurado para estos candidatos. Como para que sientan ratificada su importancia, cosa que abona a su ánimo celebratorio.

Y si alguna candidata, o candidato, les malograra el momento afirmando que el camino al desarrollo no solo se reduce a los incentivos a la inversión privada, sino que deben estar armonizados con el bien común y la soberanía nacional, a esta distinguida parte del país todavía le quedará calmarse con alguno de los conciertos que están como pintados para ellos en este 2021.

Se me ocurre que les encantará recordar que, por esas mismas fechas de febrero, estará el aburrido Richard Clayderman, tocando en la Huaca Pucllana. Algo así como "Balada para Adelina...para olvidar a tu país", pero con paisaje étnico.