Opinión

Vallejo vive en restaurado mural de Trujillo

Por Augusto Rubio Acosta

Escritor y gestor cultural

Vallejo vive en restaurado mural de TrujilloFoto: Augusto Rubio

Ladislao Plasencki, reconocido autor de "Manantiales del desierto", así como de otros destacados libros de impronta lírica, reinaugurará este viernes el hermoso y restaurado mural que pintó en 1989, en los exteriores de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional de Trujillo.

Treinta y cuatro años después de haber sido pintado y posteriormente dañado por la inclemencia de la radiación solar, así como de los movimientos sísmicos, el enorme fresco de seis metros de alto por quince de largo, ha recuperado su brillo y color original, regresando a su añosa vigencia tras la restauración ejecutada por su mismo autor, quien ha hecho uso de esmaltes sintéticos y barnices 3D, así como de materiales de última generación para asegurar que la obra de arte perdure en el tiempo.

Interpretar en un mural la vida y obra de nuestro vate universal no es tarea sencilla. Al poeta en llamas de la parte central lo rodean sus principales libros y una especie de didáctica y lúdica narrativa visual que ahonda en la ideología, la historia y la vitalidad de los días del autor de "Trilce", así como en su desbordante e indivisible vínculo con la humanidad. El hermoso pasacalle alrededor de "Masa", celebrado poema de Vallejo, y su dicotomía de vida y muerte, constituye una contundente alegoría al valor de la sociedad y a la unión de los seres humanos.

En el restaurado mural de Plasencki no hablan uno, dos o más individuos dirigiéndose a un cadáver que podría ser Trujillo o el Perú de estos días; más allá del sufrimiento y las adversidades de la vida, de la miseria, las enfermedades y las guerras (por esta época tan vigentes), sólo el amor puede vencer a la muerte, un amor real y colectivo que resucita cadáveres, que permite volver a nacer y a mirar de nuevo hacia adelante en esta tierra de luz y primavera, de tiniebla y flores.