Opinión

"Los genios" de Jaime Bayly: entre la audacia y la venganza

Por Victor Liza

Escritor y periodista

"Los genios" de Jaime Bayly: entre la audacia y la venganzaFoto: @lamanirachak / @heraldosnegroslibreria

El suceso literario del año en el Perú es la novela Los genios, de Jaime Bayly. Podría decirse lo mismo de Cien cuyes, de Gustavo Rodríguez, por haber ganado el Premio Alfaguara, algo que un escritor peruano no lograba hace 17 años. Sin embargo, esta obra de Bayly consigue una trascendencia mayor por motivos ajenos a la obtención de un galardón importante. Está la personalidad del también conductor de televisión, siempre influyente y mediática. Y la curiosidad del público lector, acaso morbosa, por conocer el por qué del episodio más controversial de la literatura latinoamericana en las últimas cinco décadas: el famoso puñetazo de Mario Vargas Llosa a Gabriel García Márquez.

Este último ingrediente es importante. Con Pecho frío, su anterior libro, Bayly no hubiera logrado opacar el galardón de Rodríguez. Era una novela que repetía el mismo libreto: la homosexualidad en una sociedad pacata. En cambio, una historia sobre Vargas Llosa y García Márquez no podía pasar desapercibida. Ambos son los referentes literarios de Perú y Colombia en los últimos sesenta años. Fueron protagonistas del “boom” latinoamericano. Ganaron el Premio Nobel de Literatura. Compartieron una amistad cercana, incluso cuando empezaron sus diferencias políticas. Luego del puñetazo, aplicaron el contacto cero. Y sin redes sociales.

Los genios ha sido la prueba de fuego que Bayly necesitaba para superarse a sí mismo. Acostumbrado a la autorreferencialidad, mostrándose como el personaje principal de su obra y a desnudar su entorno familiar de clases altas, Bayly ha salido de su zona de confort, repetitiva y predecible. El propio escritor y periodista reveló que había pensado en escribir esta novela a mediados de la década de los 80, cuando ya se destacaba como conductor de televisión. Ha superado su propio desafío.

En Los genios, Bayly es el mismo escritor burlón y exhibicionista de su propia clase social, a la que suele desnudar como hipócrita, corrupta, de doble moral. Esta vez, lo hace con las élites literarias. Las exhibe, por ejemplo, como inútiles para las labores domésticas. Y Vargas Llosa es presentado como un aventurero sexual que después volverá por lo que considera suyo.

Bayly ha dicho que esta novela es un “homenaje” a ambos escritores. Pero hay momentos en que ese “homenaje” se convierte en esa venganza que suelen aplicar los autores en sus obras. Eso parece hacer con Vargas Llosa y con su hijo Álvaro, antiguo amigo y cómplice. Cuenta que, en su niñez, este último habría sufrido una castración violenta a lo "Pichulita" Cuéllar, personaje principal de Los cachorros. ¿Y el puñetazo? A diferencia de todas las teorías de infidelidad y rivalidad, Bayly da a entender que se produjo por un malentendido. Y que en vez de aclararlo, Vargas Llosa reacciona como un macho herido en su orgullo.

Todo esto es parte de la ficción, es evidente. Pero también forma parte de su “venganza”. Aplicada con su padre biológico en otras novelas y en programas de televisión, ahora Bayly lo hace con Vargas Llosa, su “padre” literario. Hace casi treinta años, el veterano escritor nacido en Arequipa “bendijo” su primera novela, No se lo digas a nadie, con un elogioso prólogo.

Con Los genios, Jaime Bayly se reinventa y confirma su vigencia. Es el escritor peruano más trascendente de su generación. Cuenta con récords de ventas y reconocimientos del público en países como España y Argentina, siempre destacados por su cultura lectora. Cierto esnobismo progresista de redes sociales lo cuestiona y menosprecia. Un par de razones son su apoyo a Keiko Fujimori en la campaña presidencial del 2011, y su vuelco a la ultraderecha latinoamericana en los últimos años. Un tercer motivo puede ser su apego a lo popular. Sus antiguos programas de TV faranduleros y su amistad con Tongo parecen ser motivos para descalificarlo como escritor y hasta como intelectual.

Sin embargo, un aspecto que lo diferencia de otros escritores de su generación y posteriores, algunos ubicados incluso “a su izquierda”, es su exhibición de las clases altas, ridiculizándolas, desnudándolas. Sus constantes alusiones a su familia, además de otras historias personales, así lo revelan. En esa línea está la “venganza” contra Vargas Llosa en Los genios. Ciertos escritores que dependen de la venia del único Nobel peruano evitan hacer esa crítica social. Fuera de la hegemonía vargasllosiana, hay apuestas interesantes como la ciencia ficción, el humor fantasioso y el drama familiar, con un sentido creativo y una estética innovadora.

Escribir literatura peruana no sólo es mostrar la voz de los desposeídos del país in situ y representar lo popular. Así lo hicieron Arguedas, Alegría, Scorza, Ribeyro y hasta el propio Vargas Llosa. Es también revelar las miserias de la clase alta peruana. Su soberbia, frivolidad y decadencia moral. Parafraseando al mismo Vargas Llosa cuando recibió el Nobel, ellos también son el Perú. En esa línea, Jaime Bayly transita por el camino inaugurado por José Diez Canseco con Duque, y continuado por Alfredo Bryce Echenique con Un mundo para Julius. En esa línea también está la recordada Laura Riesco, con Ximena de dos caminos, que también integra algo de lo anterior. Y aunque Bayly no sea un escritor “progresista”, con “preocupaciones sociales” (hasta promovió el voto por Milei); su crítica a su propia clase social explica muy bien esa realidad peruana.

Luego de Los genios, el próximo desafío de Bayly es publicar otra novela fuera de su zona de confort, con un impacto similar o superior. Su aparición podría confirmar un giro definitivo. Lo anterior sería volver a la autorreferencialidad repetitiva.