Opinión

El Senado que consolidará un régimen autoritario en el Perú (II)

Por Carlos Reyna

Sociólogo

El Senado que consolidará un régimen autoritario en el Perú (II)Foto: Congreso de la República

El proyecto de restablecimiento del Senado que hace poco alcanzó 86 votos en el Congreso no busca elevar la calidad de las leyes, como dicen sus publicistas. Su finalidad es otra: imponer un régimen político autoritario, muy diferente a una democracia.

Entre otras cosas, una democracia se caracteriza por la división, equilibrio y coordinación entre los poderes del Estado. El proyecto en debate pretende un régimen con un poder hegemónico concentrado en el Congreso, en particular en el nuevo Senado. Con eso, gente sin mayor cultura ni decencia, busca someter a los otros dos poderes del Estado, a otros organismos como los electorales y a la propia ciudadanía. No habrá pues, más calidad de las leyes ni de la democracia, sino un régimen autoritario y mediocre.

El prontuario de los promotores de este diseño de Senado

No es recién con su proyecto de Senado que comenzaron a hipertrofiar el poder del Congreso. Las bancadas protagónicas en este afán son Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País, las otras sólo aportan votos.

Ya en setiembre de 2021 aprobaron la ley 31355 por la cual se recortó la facultad del Ejecutivo para presentar cuestión de confianza ante el Congreso. Hasta allí pudo hacerlo sobre los temas que considerase necesario para ejecutar su plan de gobierno. Esa nueva ley se lo impidió en adelante para cuestiones de reforma constitucional, o para las que chocaran con facultades del Congreso o de otras instituciones.

En octubre de 2021 aprobaron la ley 31399, esta vez recortando derechos ciudadanos. Nos hurtaron el derecho a promover directamente reformas de la Constitución vía referéndum. En adelante esos proyectos tendrán que pasar siempre por el Congreso.

Y, como se sabe, ya desde antes de que naciera el nuevo Congreso, los partidos de esas bancadas atacaron a los organismos electorales con el cuento del fraude en las elecciones. Lo han seguido haciendo hasta ahora mismo.

En julio del 2022 aprobaron la ley 31520, que debilitó en mucho la capacidad fiscalizadora de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria. Con esto se beneficiaron dos de las bancadas cuyos líderes, son dueños de universidades. Desde ese momento han votado en bloque por la aprobación del proyecto sobre el Senado.

Hace cinco días, el 7 de junio, se aprobó la ley 31778, que otorgó al Congreso, al Poder Judicial y a organismos como el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría el BCR y otros, la facultad de designar a sus propios procuradores. Se resta otra atribución del Ejecutivo y se ayuda al blindaje del propio Congreso y de otras entidades que ahora son sus aliadas.

Ahí no va a acabar esto. Ya hay un proyecto de ley de reforma constitucional, el 04333/20222-CR, del 28 de febrero último, para liquidar la autonomía política de los organismos electorales JNE, ONPE y RENIEC, al colocar a sus jefes como pasibles de ser sometidos a juicio político. Es decir, ser acusados, investigados y destituidos por razones políticas por el Congreso.

Proyectos así, para dar más poder al Congreso, es lo que seguirán produciendo mientras tenga vigencia su mandato.

Un Senado altamente expuesto a la influencia del dinero y a políticas centralistas

Una primera cosa importante es que este nuevo Senado favorece bastante a los actuales congresistas. Para ser elegido senador se tendría que tener 45 años ó haber sido diputado o congresista. Con esto, todos los de este congreso podrán postular independientemente de su edad.

En segundo lugar, el tipo de elección de los 60 integrantes de este Senado favorecerá mucho a los candidatos que cuenten con apoyo financiero y dará a Lima un peso de representación mayor que su proporción demográfica. Eso será así porque cada departamento tendrá al menos un senador, unos 25 en total. Los otros 35 serán elegidos como representantes de todo el territorio nacional.

Los candidatos a ser uno de esos 35 tendrán que hacer campaña en todo el territorio nacional. Serán muy costosas y tendrán más chance quienes cuenten con más dinero. Por otro lado, los candidatos residentes en Lima estarán muy cerca a un tercio del electorado nacional, lo cual será una ventaja para sus campañas en relación a los que residan en otros departamentos. Así, es muy probable que sea un Senado proclive a la influencia del dinero en sus decisiones y a políticas centralistas.

La sombra de Alberto Fujimori en el diseño de este Senado

Aunque el régimen fujimorista de los 90 fue de una sola cámara, este tipo de efectos de la elección en distrito nacional único lo conocía bien Alberto Fujimori. Por eso, todas las elecciones congresales durante su gobierno se hicieron con distrito nacional único.

En cambio desde el gobierno de transición de Valentín Paniagua, han sido en distritos departamentales. Por eso, este proyecto de Senado lleva la huella de Alberto Fujimori a través de las bancadas que le rinden culto y de su propia hija.

La facultad de nombrar o destituir altos cargos pasa a ser monopolio del Senado

Ese Senado, con los sesgos ya mencionados, será el que tendría ahora la facultad de decidir sobre el nombramiento y destitución de altos funcionarios como el Contralor General, el presidente del BCR, el Superintendente de Banca, Seguros y AFP, Defensor del Pueblo y Tribunal Constitucional.

Este Senado será el que decidirá también sobre la destitución del Presidente, senadores, diputados, fiscales supremos, Junta Nacional de Justicia y Corte Suprema, por infracción constitucional o por delitos.

Un Senado dominante sobre los diputados

Los diputados tendrán iniciativa legislativa pero el Senado decidirá sobre el destino de los proyectos de ley. Respecto a los decretos legislativos o de urgencia que apruebe el Ejecutivo será el Senado el que decida que será de ellos.

El Senado tendrá una mayor cantidad y calidad de atribuciones exclusivas que Diputados. En las funciones que compartan, solo en dos tendrán las mismas atribuciones: aprobación de la ley general de presupuesto y los procesos de reforma constitucional.

La única función relevante en la que Diputados tendrá exclusividad de inicio a fin es en las cuestiones de confianza y las interpelaciones y censura a ministros o al Consejo de Ministros. Pero a cambio de eso, Diputados se expondrá a ser disuelto.

Un senado blindado e invulnerable. El Ejecutivo y todos los demás, vulnerables

La más importante desigualdad entre el Congreso (Senado en particular) y Ejecutivo (Presidente en particular) es que el mandatario puede ser vacado o sometido a juicio político por infracción constitucional. A su vez, la Cámara de Diputados puede ser disuelta por la negación de confianza a dos gabinetes ministeriales. Pero el Senado no puede ser disuelto en ninguna circunstancia, sería la única instancia intocable en los tres poderes del Estado. Por el contrario, será el Senado quien tenga la facultad de suspender, sancionar o destituir al Presidente y a una larga fila de otros funcionarios por cometer infracción constitucional.

Mas sobre prontuarios y cómo quieren decidir sobre este tipo de Senado

Entre los 86 congresistas que han votado por este diseño de Senado están, primero, un grupo de bancadas que votaron sin fisuras. Son las bancadas de Keiko Fujimori, de Rafael López Aliaga, la del general Williams, y las de los dos dueños de universidades Cesar Acuña y José Luna.

La calidad democrática de los tres primeros grupos quedó clara cuando hicieron campaña por un golpe de Estado al perder las elecciones de 2021. La de los otros dos, cuando quedó claro que al igual que López Aliaga no son líderes sino dueños de sus “partidos”. Esos mismos dos, al igual que Fuerza Popular de Keiko Fujimori, son “partidos” dinásticos.

Otras bancadas se dividieron en dos, pero su mayoría votó por el proyecto. Son las de Acción Popular, Bloque Magisterial y No agrupados. Entre ellos hay varios que son conocidos más por sus apodos colectivos como “Los Niños” o “Los Mocha Sueldos” o por ser nómadas de otras bancadas.

Seis de estas bancadas han pasado por la conducción de este Congreso y han logrado la proeza de lograr la cifra de 6% de aprobación y 90% de desaprobación según encuesta del IEP. Además de los muchos escándalos que protagonizan, la mayoría no asiste a las sesiones del Congreso ni a sus comisiones.

Lo más probable es que la mayoría de esos 86 votos no haya sido porque leyeron su articulado sino porque el Senado proyectado les da chance de volver a ser congresistas. Y así quieren decidir, poniendo a votación por sorpresa y, en el colmo de la alevosía, sin ningún debate.

Los éxitos de medio año del gobierno Boluarte

Mientras esto ocurre en el Congreso, el gobierno celebra su medio año mostrándose incapaz de controlar la epidemia de dengue y ha provocado la mayor tasa de mortalidad en América Latina. La presidenta tiene 14 % de aprobación, pero su premier Otárola ha dicho que el Perú ha superado la crisis y las protestas, y ha vuelto a insistir que sus actores fueron narcotraficantes y mineros ilegales.

Ya el subsuelo de la indecencia al que están llegando Congreso y Gobierno está tan bajo que se extraña la capacidad de reacción que tuvo el país en otras circunstancias similares. Ojalá esté pronto el momento del que más tarde se pueda decir esta línea de Vallejo “Un día prendió el pueblo su fósforo cautivo”.